Aitor AGIRREZABAL
IRUÑEA

El SNP da forma al proyecto para una futura Escocia independiente

0La conferencia anual de otoño del SNP ha dibujado el proyecto que la formación tiene para una Escocia independiente: compañía nacional de energía, semana laboral de cuatro días, nuevos sistemas de fiscalidad y pensiones, municipalismo y el desmantelamiento del armamento nuclear. Falta por determinar la fecha para poder votar.

El SNP celebró, desde el pasado viernes hasta ayer, su conferencia anual de otoño y la cita ha servido para que la militancia del partido haya ofrecido su respaldo al proyecto que la dirección del partido tiene para Escocia. Se trató sobre el cambio climático, Brexit, empleo, armas nucleares, educación, transportes, pensiones o salud. Todo condicionado por un factor constante: la independencia.

Potenciar el municipalismo ahora distorsionado en unos consejos comunitarios disfuncionales, un sistema fiscal progresivo donde quienes más tengan paguen más, la semana laboral de cuatro días que ya se está probando en varias empresas del país, un sistema educativo que Londres ha llevado a los tribunales, incluso un nuevo sistema nacional de transportes que llegue a las zonas rurales «especialmente lejos» de Londres, un sistema de pensiones con Noruega o Dinamarca como ejemplos y un Servicio Nacional de Salud propio se han destacado como prioridades para los miembros del SNP.

Muchas de estas medidas ahora se ven hipotecadas por las políticas de austeridad de Londres, que, de hecho, ya ha anunciado nuevos recortes para fechas próximas. «El Gobierno escocés no puede existir únicamente para mitigar las políticas implementadas en otros lugares», señaló la secretaria de Justicia Social del Ejecutivo, Shona Robison. En esa línea, el SNP apuesta por una Escocia independiente con una Renta Básica Universal «para asegurar que nadie caiga por debajo de un nivel de vida aceptable». En definitiva, levantar el techo constitucional con el que se encuentran en el Reino Unido.

COP26

El cambio climático se erigió en uno de los temas centrales de la conferencia y es que Glasgow acogerá en noviembre la COP26 de la ONU. «No es solo la cumbre mundial más importante desde que se firmó el acuerdo de París, sino que probablemente sea el evento internacional más importante en una generación, con el futuro del planeta y, en particular, de los pueblos más pobres del mundo, esperando los resultados de esas negociaciones», señala la resolución aceptada por el partido.

La conferencia reconoce que, si bien los costos de llevar a cabo la transición de emisiones a cero al ritmo y escala requeridos ascenderán a muchos miles de millones de libras, «esa inversión también puede generar múltiples beneficios», incluidos nuevos empleos e ingresos fiscales. Sin embargo, Escocia, en estos momentos, no tiene plenos poderes sobre impuestos y otras palancas fiscales y económicas que puedan reconducir esto. Por ello, aceptaron que se establezcan, en una Escocia independiente, beneficios fiscales inmediatos para inversiones ecológicas y han pedido a Londres lo propio.

Los militantes también apuestan por una una compañía nacional de energía «por un futuro verde».

La conferencia, del mismo modo, hizo su escala en uno de los temas que más consenso genera al norte de la isla. Los escoceses quieren las armas nucleares fuera del río Clyde. Y han fijado tres años después de la independencia como fecha tope. Además, rechazaron un «Guantánamo en el Clyde», retenido como territorio del Reino Unido en un estado soberano escocés, y tampoco aceptaron un «modelo de Gibraltar» que permitiría la «posesión colonial de facto» del sitio.

.Sin embargo, para ello necesitan un nuevo referéndum. Y ganarlo. El viceprimer ministro, John Swinney, fue conciso a la hora de definir la forma de entender la independencia por parte de su formación. «Sería lo normal que nuestros hijos, nietos y futuras generaciones vivieran y formen una nación con un gobierno con los poderes normales que tienen otros gobiernos». Sturgeon, por su parte, cerró la conferencia reiterando su apuesta por el acuerdo con Londres para celebrar un referéndum. «Pero si no hay cooperación, la democracia debe prevalecer», sentenció..