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PREMIO DONOSTIA

Johnny Depp recibe el Premio Donostia en medio de la polémica

Johnny Depp recibió anoche el segundo Premio Donostia de este año. Y lo hizo en medio de numerosas críticas por encontrarse inmerso en una batalla judicial con su exmujer Amber Heard acusado de un delito de violencia machista. Siete asociaciones de mujeres hicieron pública ayer su reflexión a través de las redes sociales.


La ceremonia fue sobria. Dirigida por Edurne Ormazabal, el actor estadounidense recibió el galardón honorífico de Zinemaldia de la mano de su director, José Luis Rebordinos. Depp se mostró agradecido al recibir el premio y tuvo, asimismo, palabras de recuerdo para la también premiada Marion Cotillard.

El intérprete no realizó referencia directa a la polémica que lo rodea, pero sí dejó entrever su postura al respecto haciendo mención a la muerte de tres niños en Arcansas. «Tres personas fueron detenidas y una de ellas era inocente. Permaneció en el corredor de la muerte durante 18 años. Después de tantos años nos manifestamos porque no podía seguir en esa situación y llegamos hasta los tribunales. Parece que uno no puede con ello, pero no es así. Es el monolito de lo imposible, pero no olvidemos que tenemos siempre nuestra herramienta de poder, lo digo porque ahora mismo me siento muy pequeño».

La visita del intérprete causó una gran expectación en los aledaños del puente –el Kursaal estaba acordonado–, donde hora y media antes del acto ya se arremolinaba una gran cantidad de personas, curiosas, en medio de un amplio despliegue policial.

El intérprete de “Eduardo Manostijeras” (Tim Burton, 1990) fue galardonado por ser considerado «uno de los actores más talentosos y versátiles de la cinematografía contemporánea».

Horas antes, en su encuentro con la prensa, había afirmado sentirse «conmovido» por el galardón. «Es un honor y me siento muy humilde al recibirlo», señaló. «Puede que mi nombre haya salido por error de algún sombrero», dijo entre risas.

La entrega del galardón tuvo lugar ayer en medio de numerosas críticas por encontrarse inmerso en una batalla judicial con su exmujer Amber Heard por la acusación de violencia machista por parte de esta.

En este sentido, horas antes, confesó en una comparecencia ante los medios de comunicación que le preocupaba «ofender» al público donostiarra «cuando lo único que hago yo son películas».

En el mismo acto, en el que la organización no permitió a la prensa realizar preguntas sobre la polémica suscitada, el actor estadounidense se refirió a «movimientos» que han surgido «con la mejor de las intenciones, pero que después se han ido de las manos hasta tal punto que nadie está a salvo».

«Es algo que no me afecta solo a mí, sino a mucha gente, hombres, mujeres, siempre que haya alguien dispuesto a decir una sola frase», lamentó. «Llega un punto en que se piensa que es normal, pero no lo es», afirmó.

Fue la respuesta a la única pregunta, de carácter general, que permitió la moderadora del acto, ya que censuró la siguiente cuestión planteada por otro periodista, esta vez más concreta, en torno a la crítica hecha pública semanas atrás por mujeres cineastas. «Solo se aceptarán preguntas ligadas al ámbito profesional», había advertido la moderadora en el inicio de la rueda de prensa.

El protagonista de “Eduardo Manostijeras” concluyó pidiendo públicamente que quien sea testigo de una injusticia no se quede parado. «Cuando haya una injusticia, contra ti o alguien a quien amas o en quien crees, levántate, no te quedes sentado, porque te necesitan», manifestó.

«¿Cuál es el mensaje que queda cuando hombre denunciados por violencia machista son aplaudidos, fotografiados en alfombras rojas, rodeados de fans incondicionales? ¿Cómo participa esta imagen en el marco conceptual de la violencia machista?», fueron las preguntas que lanzaron al aire siete asociaciones de mujeres ayer a media mañana, horas antes de que Depp recogiera en sus manos el galardón más preciado del certamen.

«Tomar la decisión de excluir a alguien de la posible lista de premios honoríficos por estar en proceso o sentenciado por violencia machista no implica no reconocer su valía artística. Implica responsabilidad», remarcaron en el hilo publicado en Twitter.

«Premiar a un hombre con acusaciones relacionadas con la violencia machista en rehuir esas responsabilidades. Por eso hoy no aplaudimos, y por algo más: por las mujeres que quieren denunciar violencia machista y no se atreven, por las que denuncian y no son creídas, por las que sufren y luchan, por su fuerza y por su dolor, por las que fueron asesinadas, por respeto a todas ellas», agregaron.

Suscribieron el comunicado las integrantes de la asociación vasca HemenHere y las entidades estatales AAMM, AMMA, CIMA, Dona i Cinema Festival, Dones Visuals, y MIA.

Esta denuncia se sumaba a la petición realizada en su día por parte de EH Bildu en el Ayuntamiento de Donostia de retirar la concesión del premio. «Tiene diversos juicios pendientes y cuenta en su haber con una sentencia que da credibilidad a la denuncia de malos tratos», afirmó la coalición abertzale.

Se refería a la sentencia dictada tras la publicación de un artículo en 2018 en el diario británico “The sun” por referirse al actor como “maltratador de esposas”. En ella, el juez consideró que existían evidencias probadas para ello y, en consecuencia, la participación de Depp en el rodaje de “Fantastics Beasts” quedó anulada. El juicio tuvo una gran eco mediático en Gran Bretaña.

El director del festival, José Luis Rebordinos, por su parte, ha defendido su decisión argumentando que el actor estadounidense no está acusado judicialmente ni condenado por maltrato y defendió la presunción de inocencia.

La batalla judicial se prevé larga. En 2022 está previsto el juicio por la denuncia por “difamación” interpuesta por Depp contra Heard. A pesar de que un juez de Gran Bretaña mandó la paralización del juicio, otro juez de EEUU ha ordenado que continúe.

Llegada de madrugada

Con retraso sobre el horario previsto por «incidencias con los vuelos», el actor Johnny Depp llegó en la madrugada del miércoles a Donostia. Estaba previsto que posara ante las cámaras a las 23.00 horas en su entrada al hotel María Cristina, pero la citación fue cancelada en el último momento. Depp ha viajado a la capital guipuzcoana un año después de su última visita para presentar "Bebiendo con Shane MacGowan", de Julien Temple, en cuya producción había participado y que obtuvo el Premio Especial del Jurado. Ayer recordó que ha venido tres o cuatro veces, y que volvería encantado. «Me encanta y respeto este festival por ser un certamen de cine real, no tiene nada que ver con hacerle la pelota a nadie», indicó.

«La interpretación me permite esconderme detrás del maquillaje y escaparme de quien soy –confesó–. Me guío por mi intuición a la hora de elegir un personaje. En el fondo, son ellos los que lo me eligen a mí. Todos ellos quedan dentro de mí».

Recordó las películas mudas que veía de pequeño. «Me encantaban Chaplin, Keaton...», dijo, antes de señalar que la primera regla de un intérprete es «estar dispuesto a desnudarte y caer de cara».

A la pregunta de si volverá a encarnar a Jack Sparrow, no lo descartó. «Sigo viajando con él y conociendo muchos lugares. Nunca me abandonará. En estos tiempos extraños siempre está dispuesto a hacer reír a la gente, para que se olviden de los problemas». También habló de Hollywood. «Llevo 30 años allí, aprendiendo cómo hacer para evitar pasar por el aro», dijo.

Tres veces nominado al Óscar, Depp debutó en el cine como víctima de Freddy Krueger en “Pesadilla en Elm Street” con 21 años. Un lustro más tarde le llegaron sus papeles protagonistas en “El lágrima” de John Waters y en “Eduardo Manostijeras”.

Ha protagonizado películas de Emir Kusturica (“El sueño de Arizona”, 1992), Lasse Hallström (“¿A quién ama Gilbert Grape?”, 1993, y “Chocolat”, 2000), Tim Burton (“Ed Wood”, 1994, y “Sleepy Hollow”, 1999), Jim Jarmusch (“Dead Man”, 1995), Mike Newell (“Donnie Brasco”, 1997) o Terry Gilliam (“Miedo y asco en Las Vegas”, 1998).