Amaia U. LASAGABASTER
SEGUNDA

Escaso premio para el gran partido del Amorebieta

El Sporting empató en su primer disparo entre los tres palos.

AMOREBIETA 1

SPORTING 1


Lo decía Iñigo Vélez tras el encuentro. «Valoraremos lo que hemos hecho a lo largo de la semana pero la sensación hoy es mala», reconoció. Y es que el fútbol fue injusto con el Amorebieta, que disputó un gran partido, el mejor de la temporada, pero vio cómo el Sporting, sometido hasta entonces, salvaba un punto a diez minutos del final en su primer disparo entre los tres palos.

Todo lo habían hecho bien los azules hasta ese momento. Con tres novedades en el once –forzosa la de Irazabal por el sancionado Luengo–, el Amorebieta secó pronto a un Sporting que, además de no inquietar a Santamaría, tuvo cada vez más problemas para salir con el balón, aprisionado por su rival.

La presión de Guru estuvo a punto de dar sus frutos. Forzó el error de Gragera, Álvaro Peña filtró el balón al área y el propio delantero guipuzcoano remató a la media vuelta para que Mariño, muy acertado, despejara a córner. El guardameta volvió a lucirse siete minutos despues pero ni así se salvó el Sporting de encajar el 1-0. Rechazó el remate de Obi, respondió inmediatamente al de Guru pero fue insalvable el de Larru, que soltaba un chutazo imparable desde la frontal para adelantar a su equipo en el marcador.

Fue entonces cuando más claramente se vio la mejoría progresiva de los vizcainos de la que tanto habla su técnico. No hubo paso atrás ni nervios del Amorebieta, que mantuvo el partido donde quería. Acabó la primera parte sin una sola ocasión del Sporting y lo mismo sucedió en la segunda, en la que el peligro estuvo siempre en el área asturiana. Tanto que Mariño se convirtió en el mejor de su equipo. Atajó un duro disparo raso de Obi desde la frontal, después fue Bogdan el que despejó a córner un cabezazo bien dirigido de Iker Bilbao y repitió Mariño, a diez minutos del final, resolviendo ante Orozko lo que debía haber sido la sentencia.

Ese fue el único error de los locales, no matar el partido. Porque tras esa acción fallida sí se notaron los nervios. Y el Sporting lo aprovechó de inmediato. Un minuto después, en su primera ocasión real del partido, empató con un remate de Fran Villalba. Y poco faltó para que llegara el segundo, que evitaron en la misma jugada Santamaría y Markel Lozano, ya en el descuento, librando a su equipo de un castigo aún mayor.