Emmanuel Macron recibió ayer en París al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en un estudiado ambiente no efusivo, para preparar las «decisiones concretas» que el presidente francés y Joe Biden anunciarán a finales de octubre para sellar la reconciliación tras una crisis sin precedentes.

El largo cara a cara, que inicialmente no estaba en la agenda, debería «ayudar a restablecer la confianza entre Francia y EEUU» después de la crisis de los submarinos, señaló la Presidencia francesa.

Según un alto cargo estadounidense, la entrevista fue «positiva y productiva» y se dejaron de lado los reproches. Añadió que Washington se toma en serio la crisis y hay «mutuo acuerdo de que ahora tenemos la oportunidad de profundizar y fortalecer la coordinación», particularmente en el área de defensa. «Pero queda mucho por hacer para identificar las decisiones concretas» que se presentarán a los dos presidentes para su propia reunión programada para finales de octubre en Europa, explicó.

La crisis estalló el 15 de setiembre, cuando Biden anunció una nueva alianza con Australia y el Gran Bretaña en la región del Indo-Pacífico, denominada Aukus, como parte de su política de hostigamiento a China. Pero el primer perjudicado fue el Estado francés, que vio torpedeado un megacontrato de submarinos franceses con Australia. El jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian, denunció una «puñalada por la espalda» digna de la era Trump.

Ayer, recibió a su homólogo en el Quai d'Orsay, pero limitó su aparición pública al mínimo, sin una conferencia de prensa común, lejos de la calurosa «bienvenida a casa» que dio en junio a Blinken.

Previamente, Blinken admitió que podíamos haber comunicado mejor» la operación.

París espera obtener de EEUU más apoyo para el proyecto de defensa europea, así como ver reconocido el estatus de «potencia del Indo-Pacífico». El Gobierno francés quiere además más apoyo estadounidense a las operaciones de los estados europeos en el Sahel.

La visita coincidió con una cumbre europea en Eslovenia que debatió el papel de la UE y su autonomía en la escena internacional.