GARA
KUNDUZ

El ISIS perpetra otra matanza de hazaras tras la retirada de EEUU

La sucursal del ISIS en la región está decidida a desafiar a la «pax talibán» y perpetró ayer un atentado suicida en una mezquita contra su enemigo preferido, la minoría chií hazara. Esta se siente abasndonada tras haber sido desarmada por los talibanes, que minimizaron el brutal ataque comparándolo con un «dolor de cabeza».

Al menos 80 personas murieron y un ccentenar largo resultaron heridas ayer en un ataque suicida con bomba del Estado Islámico contra una mezquita chií de la minoría hazara en Kunduz, noreste de Afganistán, durante la oración del viernes.

Se trata del atentado más sangrientos desde que los talibanes tomaron el control de Kabul el pasado 15 de agosto, después del ataque suicida reivindicado por ela misma organización yihadista que el 26 de ese mes golpeó el aeropuerto de la capital, dejando unos 170 muertos.

El atentado, perpetrado por un yihadista kamikaze que hizo estallar su cinturón de explosivos en medio de los fieles, fue reivindicado por la sucursal del Estado Islámico en Afganistán-Pakistán (ISIS de Jorasán).

El atentado suicida de hoy tuvo lugar en una concurrida mezquita durante la hora del rezo colectivo situada en la zona de Sayed-Abad en Kunduz, capital de la provincia homónima.

Testigos aseguraron que los muertos superarían el centenar y que habría más de 50 heridos.

Un vecino del lugar, Sayed Naeem Musavi, perdió a decenas de sus familiares en la explosión. «Fue muy fuerte. Solo de nuestra localidad perdimos a entre 80 y 90 personas, algunos familiares cercanos y amigos, como tíos, primos y sobrinas, pero el número real es mayor que este y va en aumento", explicó a Efe.

Desarmados por los talibán

Musavi criticó que cuando llegaron los talibanes al poder les desarmaron y no pusiero a nadie para que protegiera la mezquita, y que tras el atentado de tardaron 30 minutos en llegar.

El pasado domingo la misma organización yihadista reivindicó un atentado en la mezquita Id Gah de Kabul en el funeral por la madre del portavoz oficial de los talibanes y viceministro de Información y Cultura, Zabihulah Muyahid, que se saldó con al menos dos muertos.

El propio Muyahid ha negado este viernes que el grupo yihadista suponga «una amenaza» y ha resaltado que es más bien «un dolor de cabeza. Genera dolores de cabeza en algunos lugares pero es inmediatamente eliminado tras cada incidente", ha valorado.

Las autoridades talibanes han anunciado durante las últimas semanas la muerte y el arresto de varios supuestos miembros del grupo yihadista, que considera a los talibán unos traidores a la ortodoxia de la sharia' o ley islámica y a los hazaras apóstatas a exterminar.