Natxo MATXIN
EIBAR

El juego armero demuestra que merece estar arriba

Un gol del pichichi Stoichkov en el minuto 39 tumba al líder y confirma el buen momento del cuadro vasco.

EIBAR 1

ALMERÍA 0


El Eibar consiguió una victoria de kilates frente al líder, que confirma la dinámica positiva de resultados –ocho jornadas consecutivas sin conocer la derrota– y le confirma como el serio candidato que es a estar en la zona alta de la tabla. Los de Gaizka Garitano supieron llevar la iniciativa hasta adelantarse y después nadar y guardar la ropa cuando fue necesario.

Los armeros ya pusieron mucho de su parte en el primer tiempo para marcharse con ventaja al descanso. Solo el portero visitante, Fernando, evitó que ello se produjera con una mayor antelación. De hecho, ya le negó el 1-0 a Stoichkov en el minuto 19, cuando una pelota botona mal medida por su marcador, le permitió al futbolista gaditano plantarse solo ante el cancerbero quien, con una rápida salida, taponó portería y remate.

Apenas seis minutos más tarde, los anfitriones volvieron a disponer de otra inmejorable ocasión para adelantarse en el electrónico, esta vez por partida doble. Otro envío al espacio permitió a Blanco Leschuk imponerse en velocidad a la zaga andaluza y sacarse un tiro raso y colocado al que respondió la manopla del arquero murciano, quien estuvo felino para repeler el posterior remate de cabeza del omnipresente Stoichkov.

A la tercera fue la vencida. El pichichi de la categoría ajustó su punto de mira, recogió en la media luna un balón mal despejado por Pozo y le bastó elevarlo ligeramente para sacarse un empalme preciso al que esta vez no llegó la estirada de Fernando. Suponía el merecido premio al mejor hacer de un Eibar que puso la iniciativa y el riesgo durante la primera mitad.

También supo defender

Adelantó líneas el rival tras el receso, lo que obligó al Eibar a aplicar un estilo más contemplativo y destructor, pero sin dejar de salir al espacio cuando tuvo ocasión. Una salida aérea no muy ortodoxa de Yoel, sin embargo, generó cierto temor en las gradas, pero el cuero cayó en la zurda de un De la Hoz que no le imprimió excesiva fuerza y lo interceptó Sergio Álvarez.

La pérdida de control provocó los primeros movimientos en el banquillo azulgrana, oxigenando laterales para taponar las incursiones almerienses, lo que no impidió la mejor ocasión visitante. La tuvo Pozo a falta de un cuarto de hora para la conclusión, cuando una buena combinación al borde del área local acabó con un pase interior que recepcionó el sevillano para sacarse un disparo duro y raso que no encontró portería prácticamente por centímetros.

El acoso andaluz se fue haciendo más intenso, con un Eibar ya recluido en sus cuarteles de invierno, aunque bien pertrechado para no permitir al adversario más allá de la circulación de la pelota en sus inmediaciones y algún que otro centro. La línea defensiva estuvo muy consistente ante el fuego aéreo almeriense, abortando toda intentona, aunque otra salida en falso de Yoel en el descuento hizo peligrar el gran trabajo realizado por el Eibar.