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ALAVÉS

Pico, pala y victoria albiazul

Primeros goles y victoria a domicilio de la temporada para un Depotivo Alavés que se coloca a un solo punto del Cádiz.


CÁDIZ 0

ALAVÉS 2


Alegrón del Alavés, que celebró su primera victoria a domicilio, que le sitúa a un solo punto del Cádiz, con el partido frente al Villarreal todavía por disputar. Lo consiguió gracias a, también, sus primeros tantos del curso lejos de Mendizorrotza –un doblete de Joselu– y a noventa minutos de máximo esfuerzo para defenderse del asedio del Cádiz, asfixiante tras el descanso, al que no pudo rendir hasta el 91, cuando Joselu anotó el segundo.

También hubo una pizca de suerte. Porque no se habían colocado los equipos todavía sobre el campo cuando el árbitro sancionaba un ‘penaltito’ de Alarcón a Joselu que el gallego transformó en el 0-1.

El Cádiz se quedó helado pero los gasteiztarras no supieron aprovecharlo para sentenciar y apenas probaron con un centro-chut envenenado de Duarte que se marchó cerca del palo. Le tocó lamentarlo porque, con el paso de los minutos, el cuadro local fue ganando metros ante un rival que se fue encerrando atrás, sin atreverse o al menos sin encontrar la manera de inquietar a la contra, salvo con una ocasión clarísima de Pellistri que abortó Espino.

La dinámica se multiplicó a la vuelta de vestuarios. Álvaro Cervera realizó un doble cambio y el Cádiz se comió a los gasteiztarras. En cinco minutos ya habían botado cuatro córners y en uno de ellos Pacheco salvaba a los suyos desviando una espectacular chilena de Negredo. Boqueaba el Alavés, totalmente metido en su área y despejando balones como podía.

El sufrimiento fue tal que pareció eterno pero, en realidad, mediada la segunda parte, la balanza empezó a equilbrarse, cuando no a caer del lado albiazul. Al Alavés le sentaron bien los cambios y aunque el Cádiz siguió buscando el empate, que todavía rozó en alguna ocasión, el partido entró en una fase más prometedora. Un golazo de Edgar anulado por fuera de juego convenció a su equipo de que era posible cazar a un Cádiz que iba perdiendo fuerza y dejando más huecos. El Alavés aguantaba cada vez más con el balón y la sentencia empezaba a verse más cerca que el empate. Llegó, al forzar Joselu –impresionante ayer más allá de sus goles– un error de Haroyan para que De la Fuente centrase y el propio Joselu firmara el 0-2.