BASKONIA 93

ESTRELLA ROJA 74

La segunda etapa de Neven Spahija comienza con buen pie. Bitci Baskonia doblegó con autoridad a un Estrella Roja bastante mermado tras el exigente derbi doméstico ante el Partizan, pero que hasta ayer no había encajado más de 79 puntos en todas las competiciones. Los anfitriones, que ayer sí tuvieron fluidez en ataque, le endosaron casi el centenar.

La clave estuvo en el parcial de 12-0 favorable a los azulgranas al comienzo del segundo cuarto. Ello permitió al cuadro vasco despegarse en el luminoso (37-22) y jugar sin precipitación y con una considerable dosis de confianza cada balón en ataque. Un motivado Baldwin, bien secundado en la dirección por Granger y Peters, surtió de buenos balones a sus compañeros, para que Enoch –MVP– y Giedraitis se hartasen de anotar canastas para regocijo de una grada que disfrutó de la reacción de su equipo, aunque también hubo al principio gritos a favor de Dusko Ivanovic.

La considerable brecha en el marcador al descanso motivó una cierta relajación de Baskonia en el tercer cuarto, bien aprovechada por un Ivanovic que fue el mejor de los suyos. Tres triples consecutivos al inicio del último cuarto cortocircuitaron una posible reacción de los visitantes y mantuvieron un colchón más que sustancioso como para no sufrir. En su primer test, Spahija sacó la mejor nota posible, con visos de mejora del equipo.

El técnico croata fue presentado horas antes de afrontar el encuentro europeo, en lo que es su segunda etapa como responsable del banquillo del Baskonia. En su puesta de largo pública, confesó que cuando se marchó en 2008 lo hizo «con la puerta abierta» y la idea de volver algún día a Gasteiz.

«Estoy muy contento de ser entrenador de un equipo grande», comentó en su presentación, añadiendo que «fue una decisión rápida», pues se encontraba sin equipo desde el mes de abril. «Estoy muy feliz de estar aquí y tengo ganas de cambiar algo», añadió el balcánico.

Reconoció que desde que estuvo en Euskal Herria hace 13 años «el baloncesto ha cambiado mucho», pero siempre ha estado dentro trabajando. «No se entrena como antes, no se juega como antes y los sistemas son distintos», manifestó Spahija, quien afirmó que es «mucho mejor persona y entrenador, aunque eso no garantiza nada».

«No puedo hacerlo solo»

«Creo que podemos hacerlo mejor, pero no puedo hacerlo solo. Esto es un trabajo de club y de entrenadores. Necesitamos juntarnos y luchar», reclamó el técnico azulgrana, que reconoció que el Baskonia «ha mejorado y ha cambiado mucho».

A pesar de todo, Spahija no se atrevió a hacer un diagnóstico del equipo y pidió unos días para poder responder a preguntas sobre jugadores concretos y sobre el juego del equipo.

Se definió como «un entrenador que quiere jugar en cancha abierta» y confesó que no se siente cómodo en el cinco contra cinco. Spahija llega a Gasteiz sin ayudantes porque confía en el cuerpo técnico del club. «En Baskonia saben mucho de baloncesto y tienen conocimiento», subrayó.

«Confiamos en los jugadores y así se lo transmitimos. Todos quieren competir y ganar, y vamos a dar un paso adelante», prometió a la afición.