La Real no cede y llega al parón en la segunda plaza

Sentenció en la segunda parte a un rival que llegaba enrachado a Zubieta. ElAlavés se trajo un punto de Madrid y el Eibar encadenó su tercera derrota.

No hay techo para la Real, que se planta en el parón liguero dueña de la segunda plaza. Las donostiarras se impusieron a un Granadilla que llegaba a Zubieta enrachado pero que solo aguantó la primera mitad.

El partido arrancó igualado y con alguna sorpresa en la alineación local: no tanto la presencia bajo palos de Elene Lete, que se alterna en la titularidad con Adriana Nanclares, y algo más por la composición de la banda derecha, con Iraia en el lateral y Emma Ramírez por delante. Precisamente la futbolista de Cornellá marcó los dos primeros goles de la tarde, con asistencias de Franssu y Eizagirre. La capitana sentenció a un cuarto de hora del final, gracias a un penalti de Reis sobre Franssi.

Un peldaño por debajo pero igualmente merecedora de un aplauso general es la trayectoria del Alavés, comodísimo en la zona noble de la clasificación. Ayer se trajo un punto de Valdebebas, donde sufrió pero hizo valer el tanto de Alba Aznar.

Llegó nada más empezar. Robo de balón, conducción de Abdulai, centro de Lice Chamorro desde la derecha y Alba Aznar que aprovechaba el mal despeje de Maite Oroz para hacer el 0-1. El Real Madrid se echó arriba de inmediato, condenando a su rival a hora y media de sufrimiento y esfuerzo defensivo. Un balón peinado por Nahikari empataba el partido y reforzaba a un Real Madrid que no cejó en su empeño. Tampoco en la segunda parte, que se desarrolló casi por completo en la parcela visitante, aunque en la recta final el Alavés se estiró y estuvo cerca de aumentar su botín en un par de ocasiones.

La peor parte de la jornada se la llevó el Eibar, derrotado claramente por un Atlético muy superior. Las colchoneras, además, se encontraron con todo tipo de facilidades en la jugada que les permitió marcar el primer gol, nada más empezar. Solo en la recta final, con los cambios y el choque sentenciado, generaron peligro las armeras.