NOV. 23 2021 El pacto del Gobierno catalán con los comuns salva los presupuestos El acuerdo «in extremis» del Gobierno catalán con los comuns le permitió superar el primer trámite para sacar adelante los presupuestos de 2022, con la contrapartida del aval de ERC a los presupuestos de Ada Colau en Barcelona, pero con el rechazo de JxCat y la CUP. GARA BARCELONA El Govern salvó la tramitación de los presupuestos catalanes, gracias a su acuerdo «in extremis» con En Comú Podem de Jéssica Albiach y Ada Colau, en una accidentada negociación presupuestaria, llena de giros de guion que finalizó con el rechazo parlamentario a las enmiendas a la totalidad. Tras el mantenimiento de la enmienda a la totalidad por parte de la CUP, el president, Père Aragonès, acudió a la reunión extraordinaria del Govern con el anuncio de su acuerdo presupuestario con los comuns, para irritación de sus socios de JxCat. Antes de acudir al Parlament, Aragonès tendió la mano a la CUP para rehacer puentes de cara al resto de la legislatura, y destacó que su acuerdo hará posible que «Catalunya tenga presupuestos en vigor el 1 de enero», aunque insistió en que «la mayoría de la investidura (ERC, JxCat y la CUP) debe continuar trabajando». Previamente, ERC anunciaba la contrapartida en el Ayuntamiento de Barcelona, donde su líder, Ernest Maragall, confirmaba que, asumiendo sus contradicciones, acepta ahora facilitar los presupuestos de Ada Colau. El pacto irritó a JxCat, que pese a votar en contra de las enmiendas a la totalidad no ahorró duras críticas a ERC. La portavoz de JxCat, Elsa Artadi, pidió una reunión con ERC «de urgencia, al más alto nivel», para analizar el recorrido que tiene el pacto de investidura tras lo que estimó un «fracaso» del independentismo. Ya en el debate en el Parlament, el diputado de JxCat Joan Canadell arremetió contra un acuerdo que ve como «el preludio de un tripartito» y advirtió de que no encontrarán a Junts «en un giro de 180 grados hacia el autonomismo». La intervención de Canadell provocó el enojo de Aragonès y de casi todos los consellers de ERC, que abandonaron el hemiciclo visiblemente irritados a media intervención del diputado de JxCat. Por su parte, el conseller de Economía y Hacienda, Jaume Giró, instó a la CUP a combinar sus convicciones con «sentido de la responsabilidad» y aseguró que «ni a ERC ni a JxCat nadie nos puede reprochar que no seamos suficientemente soberanistas». Tras haberse negado a retirar su enmienda a la totalidad, la CUP avisó de que «quien abandona el 52% es quien pacta por detrás la ampliación del aeropuerto o quien defiende los intereses de unas patronales que se pusieron en contra del referéndum del 1-O». CONSECUENCIAS«El preacuerdo no representa un giro de 180 grados de las cuentas (...). Pero sí altera la mayoría de la investidura, cosa que es políticamente relevante y debe tener consecuencias», advirtió la portavoz de Junts, Elsa Artadi, que lo consideró un «fracaso para el independentismo y para Aragonès, que es el máximo responsable de velar por la legislatura del 52%».