Jon ORMAZABAL
DERROTA EN GRANADA

El Glorioso sigue sin poder sacudirse el embrujo nazarí

Groseros errores en las dos áreas impiden puntuar a un Alavés muy superior en la segunda parte que empató en el minuto 81 con unautogol de Abram y seis minutos después permitió rematar dos veces dentro del área en un corner, una de las fortalezas albiazules.

GRANADA 2

DEPORTIVO ALAVÉS 1


Son muchos los que, por su belleza, hablan del embrujo nazarí de Granada, una ciudad que, sin duda, tiene abducido a un Alavés que lleva demasiado tiempo sin poder puntuar allí. Y la derrota de ayer es de las que dan de pensar que existe algo paranormal en el Nuevo Los Cármenes, porque por mucho que desperdiciara la primera parte, errores como el de Laguardia en el rechace del primer gol, el grosero error de Toni Moya a puerta vacía –el gol albiazul también tuvo lo suyo– y que los puntos se esfumaran en el 87, en un corner, la mayor fortaleza albiazul, no son normales.

Calleja salió con el once esperado, pero la puesta en escena albiazul fue mucho peor de la prevista, sufrió bastante por los laterales en defensa, fue mucho menos directo que en partidos anteriores y, tras un primer aviso de cabeza, Antonio Puertas adelantó al equipo local antes del primer cuarto de hora de juego tras aprovechar un mal despeje de Laguardia tras una jugada muy embarullada.

Sin ninguna capacidad de generar desde la medular y sin poder conectar por Joselu por alto, a los albiazules se les hizo imposible reaccionar. Así, un flojo disparo desde lejos de Toni Moya y un balón desde la izquierda en el que Pere Pons no supo sacar partido al despiste de la zaga local fueron el pobre bagaje ofensivo alavesista. Es más, fue el Granada, en una jugada de estrategia en un corner, otra vez con Puertas como rematador, el que más cerca tuvo el gol. Con una presión bastante adelantada, el equipo nazarí desconectó la salida de balón gasteiztarra, sin ideas y totalmente inoperante en ataque.

Sin embargo, en la reanudación apenas necesitó un minuto para que Toni Moya fallara un gol cantado en un pase de la muerte de Rioja desde la izquierda tras otro error de una defensa local a la que se le veían las vergüenzas a poco que se la pusiera a prueba.

Calleja consiguió en el descanso que su equipo diera un paso adelante y el partido se abrió, con mejores oportunidades para los albiazules. Sin ser tan claras, porque prácticamente es imposible, Joselu y Luis Rioja también dispusieron de magníficas oportunidades para conseguir un empate que, sin duda, merecieron sin hacer un partido extraordinario.

Gol de rebote

Y tras haber hecho méritos más que suficientes para empatar de una manera más estética, el 1-1 llegó en un autogol de Abram, que envió a su portería un centro desde la izquierda de Luis Rioja, el mejor albiazul, en el minuto 81.

Viendo la tendencia del partido y la forma en la que había crecido el Glorioso en la segunda mitad, parecía que el equipo gasteiztarra estaba en condiciones de sacudirse el gafe granadino, pero el botín se le esfumó como arena entre los dedos en otra jugada para analizar muy seriamente. Y es que, cuando lo más difícil parecía hecho, la defensa albiazul permitió rematar dos veces al Granada dentro del área en un corner y se dejó los puntos ante un rival que para nada fue mejor.