Arnaitz GORRITI
BALONMANO - EHF EUROPEAN LEAGUE

Cruel derrota de un Bidasoa-Irun heroico

BIDASOA-IRUN 28

WISLA PLOCK 29


Un drama. Una tragedia. Una farsa. Una comedia. ¿Qué fue lo que se vio anoche en Artaleku? ¿El teatro de los sueños? ¿La Corte de los Milagros? Bidasoa-Irun pasó de jugar como un equipo de cine cómico mudo a tener el balón del 29-28 dentro del último minuto tras haber remontado siete goles de desventaja.

Fue cruel la derrota de los de Jacobo Cuétara, el gol de Daszek en el último segundo después de que Niko Mindegia atrrajera la atención de la defensa irundarra en inferioridad. Perder es perder, pero la manera en la que Bidasoa-Irun logró ser competitivo es digna de elogio.

Los jóvenes al poder

Hasta que jóvenes como Mugika, Furundarena y, sobre todo, el tercer portero Jon Ander Larrarte entraron en calor, el Wisla Plock fue muy superior. Pero la frescura de los jóvenes levantó Artaleku, olvidándose de la covid-19, de las dos semanas sin entrenar de sus chicos y de hasta los problemas del marcador.

La segunda mitad fue una remontada en ciernes. Cuando lograron quitarse de la ecuación al gigante Kosorotov, Bidasoa-Irun se arrimó hasta el 23-26, pero dos errores pusieron el 23-28. Con todo perdido, Azkue y Salinas, más la defensa, empataron a 28, pero la opción del 29-28 se fue al limbo y Mindegia sirvió el gol de la victoria, de la cruel derrota local, a Daszek.