El nuevo Gobierno alemán de Olaf Scholz comenzó ayer rápidamente su mandato con su primera reunión de crisis sobre la pandemia con los 16 estados federados, con la situación sanitaria muy degradada en Alemania, que ayer volvió a registrar más de 70.000 nuevas infecciones y 465 muertes relacionadas con el covid-19. Antes de decidir la obligación de vacunación en las próximas semanas, el Gobierno debe tomar una decisión sobre la vacunación de los niños.

A la vez, el nuevo Gobierno ejecutó las últimas transferencias finales, incluida la del Ministerio de Finanzas entre el propio Scholz y el liberal Christian Lindner, el líder del FDP, uno de los pesos pesados del nuevo equipo, opuesto a cualquier aumento de impuestos y que aboga por la «estabilidad fiscal» en Europa.

La ecologista Annalena Baerbock, ministra de Exteriores, entró en acción con visitas a París y Bruselas.

Hoy el propio Scholz irá a París para en su primera visita oficial y mañana se entrevistará por videoconferencia el presidente de EEUU, Joe Biden.