GARA
LONDRES

La Justicia británica se alinea con EEUU para extraditar a Assange

La Justicia británica dio ayer luz verde a la extradición de Julian Assange a Estados Unidos, que quiere juzgarle por 18 delitos de espionaje e intrusión informática en relación a las revelaciones de su portal WikiLeaks, que expuso abusos de ese país en las guerras de Irak y Afganistán. La defensa de Assange recurrirá y el proceso puede alargarse aún más.

El Tribunal de Apelación de Londres dio ayer la razón a Washington tras analizar el recurso contra la sentencia de un juzgado de instrucción que, el pasado enero, había denegado la entrega de Julian Assange a EEUU al considerar que sería perjudicial para su salud mental ya que el activista, actualmente en prisión preventiva en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, presenta riesgo de suicidio.

El caso regresará ahora a la Corte de Magistrados de Westminster, de primera instancia, para que a su vez sea remitido a la ministra de Interior, la conservadora Priti Patel, que debe decidir si ejecuta la extradición. Stella Moris, la prometida del periodista de 50 años y madre de sus dos hijos menores, adelantó que recurrirán «lo antes posible» este «injusto» fallo, lo que significa que este larguísimo proceso se prolongará.

En el dictamen presentado ayer, los jueces Ian Burnett y Timothy Holroyde discrepan, en línea con Estados Unidos, con la actuación de la magistrada Vanessa Baraitser, de la Corte de Westminster. Señalan que, antes de pronunciar su fallo contra la extradición, debió haber informado a la Justicia estadounidense de sus intenciones, para que ya entonces pudiera presentar garantías sobre el régimen penitenciario que se aplicaría al acusado a fin de minimizar los riesgos para su salud. Más allá de esa crítica, consideran que las garantías presentadas a posteriori ante el Tribunal de Apelación «son suficientes» y, por tanto, se puede proceder a la entrega del activista.

Durante la vista desarrollada el 27 y el 28 de octubre, el fiscal que representó a EEUU, James Lewis, afirmó que, de ser extraditado, Assange no será sometido a «medidas administrativas especiales» (SAM, en inglés) como tener vetadas las visitas o la correspondencia, ni ingresaría en la cárcel ADX Florence –de máxima seguridad– en Colorado, a no ser que posteriormente hiciera «algo para merecerlo». Además, Washington prometió que, mientras estuviera bajo custodia, recibiría el tratamiento sicológico adecuado y, en caso de condena, podría cumplirla en su país natal, Australia.

Supuesta trama de la CIA

El abogado de Assange, Edward Fitzgerald, rebatió que «nada de esto impide» que su cliente sea detenido en un perjudicial régimen de aislamiento o ingrese en otra prisión restrictiva de las muchas que hay en EEUU, o que Washington «cambie de opinión» respecto a las SAM.

Ayer, Stella Moris, que espera casarse en breve con su novio tras haber obtenido la autorización del centro penitenciario, consideró el nuevo fallo «peligroso y equivocado». «¿Cómo puede ser justo, cómo puede ser correcto, cómo puede ser posible, extraditar a Julian al país que intentó asesinarle?», preguntó la también abogada, en alusión a la revelación, en setiembre pasado, de una supuesta trama de la CIA para secuestrar y matar a Assange cuando estaba refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres.

Amnistía Internacional comentó, por su parte, que «no se puede confiar» en las garantías ofrecidas por EEUU y pidió que se retiren los cargos.