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EDITORIALA

Tarde, sin recursos y sin esperanza de justicia


El sábado se cerró el plazo para que las víctimas de violencia estatal y paraestatal solicitaran su reconocimiento y reparación al Gobierno de Gasteiz, y aunque no hay todavía datos oficiales, Egiari Zor señala que el proceso ha quedado muy lejos de lo esperado. Uno de los miembros de la comisión de valoración, Jon Mirena Landa, ha ido más lejos y ha demandado autocrítica. Como resumen de la situación, baste decir que una gran cantidad de personas torturadas ha declinado realizar la solicitud, mientras que miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado sí lo han hecho, en un nuevo intento de desacreditar y desgastar esta vía.

El propio Landa dio cuenta de algunas de las razones del fracaso. En primer lugar: este intento de reconocimiento llega tarde. El PSE suele presumir de que Idoia Mendia fue la primera que hizo un decreto de reconocimiento y reparación de víctimas. Fue en 2012 y para el periodo 1960-1978 –por tanto, tres décadas tarde–. La ley actual es para el periodo 1978-1999, y tras pasar por el aro del TC, entro en vigor en 2019 –dos décadas tarde–. Muchas de las víctimas, directamente, han fallecido. En segundo lugar, ese tránsito por el Constitucional ha obligado a retirar cualquier exigencia de responsabilidad penal. La triada formada por el reconocimiento, la justicia y la reparación queda coja de inicio, lo que puede llevar a las víctimas de la tortura –muchas de las cuales ya dieron su testimonio en la investigación de Paco Etxeberria– a preguntarse sobre la utilidad real de este proceso. A ello cabe sumar la ausencia de recursos, que deriva en una lentitud alarmante: en junio había 1.000 solicitudes, pero solo se habían resuelto 35 casos.

El Gobierno de Gasteiz debería preguntarse por qué ha fracasado esta vía. Y haría bien en no buscar las razones fuera. Egiari Zor se ha implicado, y pese a ello, no ha sido posible culminar con éxito un proceso que nació ya cojo. Lakua debería preguntarse por qué las víctimas de violencia estatal y paraestatal no se han sentido interpeladas.