La profesionalización en el limbo medio año después

El pasado 15 de junio, la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes aprobó por unanimidad la profesionalización de la Primera División de futbol femenino. Hoy se cumplen seis meses de aquel gran paso, acogido con júbilo, y la Liga profesional sigue en el limbo.

No se ha constituido la entidad, compuesta por los clubes de Primera, que debería regir la competición y ni siquiera se ha dado el paso previo, la aprobación de los estatutos de la Liga. Aun con prórroga, deberían haber estado listos para el 15 de septiembre y aunque doce de los 16 clubes presentaron una propuesta a la que se oponen los otros cuatro, el Consejo Superior de Deportes no la ha admitido. El órgano gubernamental, «tutor» del proceso y de la propia competición durante los próximos tres años, exige unanimidad, sin respaldo legal alguno y que, en realidad, permite a la parte minoritaria, alineada con la Federación Española, ejercer una suerte de derecho de «veto».

Una de las consecuencias es la pérdida del contrato con Mediapro, lo que está repercutiendo en las finanzas de los clubes y amenaza el cumplimiento del convenio. Las jugadoras, hartas, ya han comenzado con las protestas y pueden ir a la huelga.