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Rusia y China certifican su frente común ante la presión de Occidente

Los presidentes ruso, Vladimir Putin, y chino, Xi Jinping, certificaron en una videoconferencia su frente común ante la creciente presión de EEUU y sus aliados, subrayando que su relación va «más allá de una alianza». Además de reforzar lazos comerciales y plantear estructuras financieras que eviten las sanciones occidentales, Putin y Xi coincidieron en el apoyo a las exigencias del Kremlin a Washington para evitar la ampliación de la OTAN hacia sus fronteras.


Los presidentes ruso, Vladimir Putin, y chino, Xi Jinping, mostraron ayer su buen entendimiento durante una videoconferencia que certifica su alianza frente a la creciente presión y continuas sanciones de Washington y sus aliados, que evoca una nueva era de Guerra Fría.

Xi subrayó que la efectividad de la relación entre ambas potencias «excede el nivel propio de una alianza». a la vez que Putin la consideró como «el verdadero modelo de cooperación interestatal en el siglo XXI», basado en la no injerencia, el respeto a los intereses de cada uno y su «determinación de transformar la frontera común en un cinturón de paz eterna y buena vecindad». La videollamada Xi-Putin ilustra una cercanía impulsada en buena parte por la hostilidad occidental, sobre todo en contraste con las tensas conversaciones que los líderes ruso y chino han tenido en las últimas semanas con el presidente de EEUU, Joe Biden. Xi y Putin también reforzaron sus lazos en las áreas de economía, defensa y energía. Además de abogar por aumentar los intercambios comerciales, plantearon crear una infraestructura financiera independiente «en la cual no pudieran influir terceros países», como es el caso de las continuas sanciones sobre ambas potencias. Rusia se encuentra en la mira de Occidente debido a sus maniobras militares en la frontera con Ucrania, que ve como un intento de invasión. Moscú, por el contrario, denuncia la amenaza de la creciente presencia militar de la OTAN el este europeo, en particular su apoyo a Ucrania.

A su vez, China es criticada por Washington y sus aliados por Taiwán, el trato a la minoría uigur y la restricción de las libertades en Hong Kong.

Precisamente, Moscú entregó ayer a EEUU las propuestas de garantías de seguridad para evitar la ampliación de la OTAN a Ucrania, una iniciativa en la que Xi también mostró su apoyo total a Putin, que subrayó que Rusia está dispuesta a «iniciar inmediatamente negociaciones sobre este asunto».

Siguiendo con la confirmación de esta alianza, Putin avanzó que los dos líderes se reunirán en persona en Pekín en febrero, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno y ambos rechazaron «cualquier intento de politizar el deporte y el movimiento olímpico», en referencia al «boicot diplomático» de EEUU, Gran Bretaña, Canadá y Australia.

La UE apuntala su asociación con las ex repúblicas soviéticas

Los líderes de la UE intentaron ayer impulsar su aletargada Asociación Oriental con Ucrania, Georgia, Moldavia, Armenia y Azerbaiyán y alejar a estos estados de la influencia de Moscú, pero sin acceder a las solicitudes de adhesión. «No podemos hacer nada. Algunos Estados miembros están presionando para aceptar a Georgia y Ucrania en la UE, pero para otros no es posible», admitió un ministro europeo. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, decepcionado porque también quiere ingresar en la OTAN, una «línea roja» para Moscú, acusa a Alemania de poner obstáculos en la adquisición de sistemas de armas. «Cualquier violación de la integridad territorial de Ucrania tendrá un alto precio», insistió antes de la reunión el canciller alemán, Olaf Scholz, quien, con el presidente francés, Emmanuel Macron, habló con Zelensky sobre la posibilidad de reanudar las negociaciones con Moscú sobre el conflicto ucraniano. Creada en 2009, la Asociación no acaba de funcionar. Bielorrusia suspendió su participación en junio; Armenia y Azerbaiyán están en conflicto; Georgia atraviesa una crisis política; Ucrania está en el centro de una gran crisis geopolítica y Moldavia se encuentra también bajo tensión económica por el precio del gas ruso. Además, Putin desdeña el papel de la UE y solo quiere negociar con EEUU o la OTAN sobre la seguridad de sus fronteras y la ampliación de la Alianza.GARA