GARA
MOSCÚ

Rusia hace públicas sus demandas para frenar la extensión de la OTAN

Rusia quiso demostrar que no es la amenaza a Ucrania que denuncia Occidente divulgando el contenido de la propuesta entregada a EEUU para frenar la expansión de la OTAN y vetar la militarización de las ex repúblicas soviéticas por parte de Washington y Moscú. El Kremlin pide una negociación que EEUU quiere extender a sus aliados.

Rusia dio a conocer ayer sus propuestas para desescalar el conflicto sobre Ucrania y limitar la influencia estadounidense y de la OTAN en su vecindario.

Moscú entregó el miércoles estos documentos a EEUU, que los compartió con sus socios de la OTAN, y reveló su contenido –una práctica inusual en las relaciones internacionales– ayer, al día siguiente de las reuniones simultáneas de la Alianza y de los líderes de la UE en las que reiteraron sus avisos a Moscú.

Los Veintisiete, la OTAN y Washington coincidieron en los términos de la advertencia: «consecuencias masivas» si Moscú interviene en Ucrania, donde aseguran que prepara una ofensiva militar. Los dos textos presentados por Moscú prevén vetar cualquier expansión de la OTAN y el establecimiento de bases militares estadounidenses en los países del antiguo espacio soviético.

«Es fundamental que las garantías de seguridad para Rusia estén escritas en papel y tengan fuerza de ley», subrayó Sergei Riabkov, viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, al presentar estos textos a la prensa.

También propuso la apertura de negociaciones a partir del «sábado 18 de diciembre».

Los dos documentos constan de nueve y ocho artículos, respectivamente. Según Riabkov, deben restablecer una cooperación ruso-occidental ante la «ausencia total de confianza mutua» y en vista de la política agresiva de la OTAN en la vecindad de Rusia.

Se trata, a su juicio, de «reiniciar la relación desde una página en blanco». El presidente ruso, Vladimir Putin, ya había pedido el martes negociaciones «inmediatas» sobre las garantías que se otorgarán a Rusia para su seguridad. Putin reclama garantías legales vinculantes, con la incumplida promesas verbales a Mijail Gorbachov o los engaños a Boris Yeltsin en la memoria del Kremlin.

Las propuestas del tratado prohibirían a EEUU establecer bases militares en todos los países no miembros de la OTAN de la ex URSS, usar la infraestructura allí para cualquier actividad militar e incluso desarrollar una cooperación militar bilateral con estos Estados.

Todos los miembros de la Alianza Atlántica se comprometerían a no ampliar la OTAN y a no realizar ninguna «actividad militar en el territorio de Ucrania y en otros países de Europa del Este, del Cáucaso y de Asia Meridional y Central».

La ampliación de la OTAN es una línea roja para Rusia, y Ucrania y Georgia son candidatos para ingresar. De hecho, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, aprovecha cada ocasión para retirar su petición. Occidente se negó a cerrarles la puerta, pero también congeló de facto el proceso de adhesión.

EEUU dijo ayer estar dispuesto a discutir estas demandas, «a pesar de que los documentos contienen cosas que los rusos saben que son inaceptables», y presentará la próxima semana una contrapropuesta. Eso sí, la Casa Blanca afirmó que «no habría discusiones sobre la seguridad europea sin nuestros aliados y socios europeos», y reiteró la amenaza de que «Rusia pagaría muy caro» una intervención.