Julen Agirrezabala es el último portero formado en la cantera del Athletic que ha dado el salto a la élite y en su primera comparecencia ante los medios en Lezama transmitía la misma serenidad que aporta bajo los palos. Como él mismo se definía, es un guardameta que trata de dar seguridad al equipo, ser valiente en los balones aéreos, vigilar la espalda de la defensa y ayudar a los compañeros a través de la comunicación. Al mismo tiempo, recalcaba que su trabajo principal es impedir que el balón acabe en las redes y jugar con el pie cuando haga falta.

Estudiante de ingeniería, mide 1,87 metros y recaló en las categorías inferiores rojiblancas en 2018, procedente del Antiguoko. José Mari Amorrortu fue el encargado de convencerle. Tras pasar por el juvenil de División de Honor y el Basconia, la temporada pasada se afianzó en el Bilbao Athletic y no tardó en ampliar su contrato hasta 2025.

Asimismo, Marcelino le concedió la oportunidad de realizar la pretemporada y logró convencer al asturiano, sobre todo, después del partido que cuajó en el amistoso contra el Liverpool en Anfield. Con Unai Simón disputando la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, en el Athletic apostaron por él para defender la portería en las primeras dos jornadas al conceder vacaciones al de Murgia. Una prueba evidente de la confianza que tienen en un portero que va a cumplir 21 años el próximo 26 de diciembre.

Agirrezabala no se amilanó en su estreno en Elche y respondió con creces también ante el Barcelona en San Mamés. Con el regreso de Unai Simón pasó al banquillo en Vigo y volvió a jugar con el Bilbao Athletic, donde ha rendido a buen nivel pese a los malos resultados. La baja de Simón por coronavirus le ha abierto de nuevo las puertas de la titularidad y contra el Betis completó un buen encuentro, a pesar de encajar dos goles. Mañana tendrá otra oportunidad ante todo un Real Madrid.