GARA
JARTUM

La represión deja cuatro muertos más en Sudán y trata de aislar el país

La violencia volvió a estallar ayer en las calles de Sudán, en las que la represión se cobró la vida de cuatro manifestantes que participaban en las protestas contra el golpe de Estado de octubre y para exigir un Gobierno civil, desafiando munición real y gases lacrimógenos.

Decenas de miles de manifestantes volvieron a exigir ayer un Gobierno civil y a rechazar el golpe de Estado del 25 de octubre en Sudán, en el marco de las manifestaciones que se suceden en la capital, Jartum, desde hace semanas. La represión del poder militar, que ha gobernado el país casi ininterrumpidamente desde su independencia hace 65 años, dejó ayer al menos cuatro muertos y decenas de heridos por el uso de munición real por parte de los militares.

No fue posible saber exactamente cuál fue el alcance de la represión, ya que las autoridades cortaron por la mañana internet y las llamadas telefónicas, tanto las locales como desde el extranjero, y las fuerzas de seguridad no permitieron a los medios de comunicación informar sobre las protestas.

Pero el Comité de Médicos de Sudán informó de que los cuatro manifestantes fueron muertos a tiros en Omdurman, el suburbio noroccidental de Jartum, conectado a la capital por un puente, y lamentó que las fuerzas de seguridad «impidieron que las ambulancias se acercaran» a las víctimas.

Las manifestaciones se suceden desde el golpe de Estado, liderado por el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al-Burhan. La asonada disolvió el Gobierno de Abdalá Hamdok, nombrado tras el derrocamiento de Omar al-Bashir en abril de 2019 tras semanas de protestas.

Sin embargo, la presión internacional derivó en un acuerdo para que Hamdok volviera al cargo, si bien parte del Ejecutivo y los principales socios civiles en la coalición rechazan el pacto y acusan al primer ministro de mantener negociaciones con los golpistas a pesar de la represión de las protestas contra la asonada, que han dejado decenas de muertos en el país africano.

Sudán fue escenario a mediados de setiembre de un intento de golpe a cargo de un grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas supuestamente vinculados con Al-Bashir, lo que se vio seguido de un aumento de las tensiones entre los elementos civiles y militares de las autoridades de transición que desembocó en el golpe de Al-Burhan.

Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la Junta Militar anterior, surgida a raíz del golpe de Estado de 2019, y varias organizaciones civiles y fuerzas políticas opositoras. Este Gobierno inició una batería de reformas sociales y económicas y alcanzó un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.