El amor en la Bolsa
El amor se desploma también por Navidad sin que puedan remontar las emociones su caída bursátil y se recuperen los abrazos de su tendencia a la baja.
Las elevadas tasas de interés han sumido al amor en una severa crisis que amenaza, incluso, con la quiebra general de afectos, mientras el valor nominal de sentimientos evidencia una marcada desaceleración que podría dejar la primavera sin depósitos.
No hay tiempo para el encuentro. Las almas que ayer se acompañaban hoy amplían sus capitales e incrementan la cifra de negocio para que pueda el beso enamorado cotizar la saliva arancelaria sin el componente del valor agregado. Por si acaso ocurriera un encuentro repentino, la ponderación del gasto dinamiza las toses y estudia la adopción de emociones variables y posibles emisiones de abrazos.
La Bolsa del amor vuelve a cerrar actividades con una nueva caída de acciones no habiendo por el momento indicios de que vaya a ampliar sus operaciones.
Pero no hay razón para alarmarse. El desarrollo sostenido y sustentable ha hecho virales mascarillas y olvidos para evitarnos el tiempo que perdemos soñando amores viejos. Lo oportuno es rendirse a la evidencia, archivar todos los abrazos retenidos en un e-mail sin manos ni destino, y transferir a un banco de silencio aquel beso entrañable que se quedó sin labios.
(Preso politikoak aske)