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Diálogo de sordos entre la OTAN y Rusia, que reiteran sus advertencias

La reunión entre la OTAN y Rusia sirvió para poco más que para que ambas partes reiteraron sus líneas rojas y sus avisos sobre consecuencias graves en caso de que se traspasen, incluido el «riesgo real de conflicto armado» y respuestas militares.


«La discusión no fue fácil. Los intercambios fueron directos sobre Ucrania y se notaron grandes diferencias sobre la seguridad en Europa», afirmó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras una reunión con la delegación rusa encabezada por Alexander Grushko, viceministro de Exteriores.

«La conversación fue muy franca, directa, profunda, intensa, pero al mismo tiempo reveló una gran cantidad de diferencias sobre cuestiones fundamentales», confirmó Grushko.

«Hemos dicho de manera honesta, directa, sin rodeos y sin corrección política, que un mayor empeoramiento de la situación podría tener consecuencias muy graves e imprevisibles para la seguridad europea», advirtió Grushko.

El secretario general de la OTAN estimó que las diferencias serían difíciles de superar y sostuvo que «el riesgo de un nuevo conflicto armado es real. El final de la crisis recae en Rusia. Debe acometer la desescalada».

Occidente acusa a Moscú de haber concentrado 100.000 soldados, tanques y artillería para preparar un ataque a Ucrania, intención negada por las autoridades rusas.

Moscú afirma que este despliegue es una reacción a la presencia creciente y amenazante de la OTAN en la que considera su zona de influencia, y ha planteado reconstruir la arquitectura de seguridad europea.

Grushko insistió ayer en que los intentos de la OTAN de construir la seguridad de Europa «contra y sin Rusia» están condenados al fracaso y consideró inadmisible que considere a Rusia su principal amenaza.

Rusia responderá igual

Por ello, pidió a la Alianza que también presente por escrito sus propuestas sobre seguridad, y dijo que si la OTAN «pasa a la política de contención», Rusia le responderá de la misma forma, pero «si hay intimidación, habrá contraintimidación. Y si intentan buscar vulnerabilidades en la defensa de Rusia, entonces se buscarán vulnerabilidades de la OTAN».

Moscú quiso dejar claro que tomará «medidas militares legales en caso de amenazas reales a nuestra seguridad».

Grushko reiteró que la ampliación de la OTAN sigue siendo una línea roja para Moscú, que exige garantías jurídicas del no acercamiento de la Alianza Atlántica a sus fronteras, algo a lo que la organización se opone.

EEUU, representado por su vicesecretaria de Estado, Wendy Sherman, que ya participó en las conversaciones con Rusia el lunes, tampoco cambió su posición. «No escuché nada nuevo. Algunas solicitudes rusas ni siquiera son discutibles», insistió, advirtiendo de que «debemos prepararnos para cualquier eventualidad». Posteriormente, el Ministerio de Defensa de Rusia replicó que el rechazo continuo de EEUU y la OTAN a las propuesta rusas «crea las condiciones previas para incidentes y conflictos» posteriores.

La crisis de Ucrania ha reactivado este Consejo OTAN-Rusia, que no se reunía desde julio de 2019. De hecho, la cooperación práctica entre Rusia y la OTAN está rota desde 2014.

Después de Ginebra y Bruselas, la secuencia diplomática continúa hoy en Viena con una reunión de la OSCE.

Por otra parte, Rusia defendió las maniobras militares que ha comenzando y que desvinculó de estas negociaciones. Reiteró su derecho a los ejercicios «de nuestras unidades en nuestros distritos militares y nuestro territorio».

Borrell: «Moskuk AEBak eta EB banatu nahi ditu»

Josep Borrell Europar Batasuneko Kanpo Arazoetarako ordezkariaren arabera, Errusiak AEBen eta Europar Batasunaren arteko zatiketa sortu nahi du, «Europako segurtasunaren gaineko erronka planteatuz». Borrellek adierazi duenez, Europan bloke geopolitiko sobietarra berreratzea eta AEBen eta Europaren arteko «desakoplamendua» lortzea izan daitezke Moskuren helburu estrategikoak. «Errusiako agintarien anbizioa Gerra Hotzaren ondoren sortutako bai ordena politikoa bai segurtasun ordena zalantzan jartzea da», azaldu du. Ildo horretan, Moskuk 1997ko OTAN-Errusia akordioan atzera egin nahi duela nabarmendu du Borrellek. Zehaztu duenez, Moskuk orain zalantzan jartzen dituen printzipioak onartu zituen bertan, adibidez herrialde bakoitzak «libreki aukeratu ahal izatea zer erakunde edo itunetako kide izan nahi duen». GARA