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Pyongyang afirma que Kim Jong-un supervisó la prueba de un misil supersónico

Corea del Norte aseguró ayer que el martes probó con buen resultado un misil hipersónico bajo la supervisión personal de Kim Jong-un, en la que sería la segunda prueba de este tipo en menos de una semana y que evidencia que el país seguirá mejorando su armamento.

El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, asistió el martes junto a su hermana Kim Yo-jong y altos funcionarios al lanzamiento de un misil hipersónico hacia las aguas del mar de Japón, en medio de la condena del Consejo de Seguridad de la ONU por el lanzamiento de otro misil similar el 5 de enero.

Los medios locales no solo confirmaron que lo testado fue, como se sospechaba, lo que Pyongyang define como misil hipersó- nico; también anunciaron que Kim presidió el ensayo, por primera vez desde marzo de 2020.

Después de la prueba, Kim animó a su país a «acelerar sus esfuerzos para reforzar progresivamente su arsenal estratégico militar tanto en calidad como en cantidad y a proseguir la modernización de su Ejército», según la agencia oficial KCNA.

Es la tercera prueba reportada de un misil hipersónico de planeo del país tras una realizada en setiembre de 2021 y otra la semana pasada. Kim situó estos proyectiles como la «máxima prioridad» en su plan quinquenal de armas estratégicas.

Los misiles hipersónicos vuelan a la velocidad Mach 5 (cinco veces la velocidad del sonido) e incluso más, y pueden cambiar de rumbo en pleno vuelo, lo que hace difícil detectarlos.

La defensa surcoreana consideró que ese disparo muestra claramente el «avance» con relación al de la semana pasada.

EEUU y China han dicho haber probado con éxito ojivas hipersónicas, y Rusia es considerado el líder mundial.

La prueba tuvo lugar cuando el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió para discutir el programa armamentista de Pyongyang. En un comunicado conjunto, EEUU, Gran Bretaña, Japón, Irlanda, Estado francés y Albania aseguraron que Corea del Norte supone una «amenaza para la paz y la seguridad internacionales», ya que cada lanzamiento de misil le sirve para «mejorar sus capacidades», así como mejorar sus armas «para exportar a sus clientes» por todo el mundo.

Kim ha desechado la invitación de la Administración Biden para reactivar las conversaciones sobre desnuclearización, estancadas desde hace casi tres años.