Un decreto legislativo en Italia establece la obligatoriedad de ir equipado con pala, sonda y ARVA (denominación, procedente del francés, del aparato para la búsqueda de victimas de avalancha) para todo tipo de actividades deportivas en nieve, no solo para ski fuera de pista sino también para marchas con o sin raquetas “en terrenos donde existe riesgo de avalanchas”. El CAI (Club Alpino Italiano) ha pedido aclaraciones a la administración, preocupados por la imprecisión del texto (cuándo, dónde, cómo) de una norma tan restrictiva, norma que se consideraba de alguna forma obligatoria para los guías y profesionales que trabajan en este tipo de ambiente pero que ahora se hace extensiva a todo practicante. La cosa se complica, no solo por el precio del equipo que supera fácilmente los 300 euros, sino porque la fabricación de estos aparatos anda ralentizada por la falta de chips electrónicos y de piezas procedentes, en general, de Asia. Así está el tema de los cuellos de botella en el transporte mundial, por el covid o por lo que sea, o si no que se lo pregunten a la industria del automóvil. En otro orden de cosas, este jueves han andado contentos en Australia y no por el tema de Novac Yocovid, (chiste fácil, ya lo sé) sino porque se ha batido en Onslow, Australia Occidental, la temperatura más alta nunca registrada en todo el Hemisferio Sur con 50.7 º C de nada. O sea, que vamos para adelante. O para atrás, según la perspectiva de los glaciares.