Darrin WOOD
Periodista
ASALTO AL CAPITOLIO

Paramilitares por Donald Trump: Los Oath Keepers del 6 de enero

La investigación del ataque al Capitolio de 2021 ha dado un giro que apunta que el balance de víctimas podría haber superado los cinco muertos ya que, según los cargos contra el grupo paramilitar Oath Keepers, en un hotel cercano guardaba armas y provisiones para aguantar 30 días en su intento de mantener a Donald Trump en la Casa Blanca usando la violencia armada.

Los Oath Keepers (guardianes de juramentos) son un grupo paramilitar de ideología ultraderechista fundado en 2009 por el exparacaidista militar y también licenciado en Derecho por la elitista Universidad de Yale, Stewart Rhodes –en la imagen, con un parche en el ojo–. Los Oath Keepers fueron creados por exmiembros de las Fuerzas Armadas y fuerzas de seguridad para mantener su peculiar interpretación de la Constitución de EEUU, especialmente de la enmienda acerca de la posesión de armas de fuego y sobre la creación de milicias armadas. Unos 20 miembros de la organización han sido detenidos por el asalto del 6 de enero al Capitolio para evitar la proclamación del demócrata Joe Biden como nuevo presidente.

Once de los arrestados han sido acusados de sedición, reclutamiento de combatientes, organizar entrenamientos de combate y llevar armas para su posible uso el 6 de enero y en días posteriores. Entre los detenidos figura Rhodes, su líder y fundador, tuerto debido a un accidente con arma de fuego–. La acusación presentada contra ellos asegura que tenían tres equipos de reacción rápida preparados para actuar y un dron para hacer reconocimiento aéreo. La Fiscalía estima que solo en las semanas anteriores al asalto gastaron alrededor de 20.000 dólares en más armas, municiones y suministros.

La acusación también afirma que Rhodes dijo a sus seguidores que «no vamos a salir de esto sin una guerra civil». Al miembro de los Oath Keepers Edward Vallejo se le denegó la libertad provisional antes del eventual juicio porque «no hay evidencia de que haya dejado de creer en la necesidad de una guerra de guerrillas [en contra del Gobierno legítimo de Biden] después del 6 de enero». Vallejo también habló de «cazar» a miembros del Congreso que no apoyaban a Donald Trump.

La acusación es más demoledor contra de Stewart Rhodes. Poco después de las elecciones presidenciales de noviembre del 2020, Rhodes escribió en un chat de Internet que «yo si quiero que algunos Oath Keepers se queden fuera [del Congreso] y estén totalmente preparados para entrar armados, si tienen que hacerlo. Esperamos a que el presidente [Trump] nos dé las órdenes. Queremos que se declare una insurrección [del Congreso] y nos llamen a filas como la milicia». Un mes antes del 6 de enero, Rhodes compartió en un chat con sus seguidores que «será una lucha sangrienta y desesperada». Solo 15 días antes, Rhodes volvió a escribir que «tendremos que hacer una sangrienta, masivamente sangrienta, revolución contra ellos».

Los Oath Keepers tienen ideas conspiratorias como que el Gobierno impondrá la ley marcial, creará campos de concentración contra los llamados «patriotas» y formará un Ejecutivo socialista y globalista conocido como el «Nuevo Orden Mundial». En 2016 apoyaban a Trump por su postura antiinmigración y su idea de levantar un muro entre México y Estados Unidos para prevenir una invasión de inmigrantes que, a su juicio, quieren «inundarnos con gente del Tercer Mundo». En el pasado han participado en patrullas armados en la frontera con México.

Solo una condena por sedición puede conllevar hasta 20 años de cárcel para Rhodes y para quienes han sido detenidos junto a él, aunque es posible que algunos admitan los cargos para obtener penas menores. Se espera que el juicio empiece en julio.

Por el momento, la investigación sigue con más de 700 personas acusadas ya de varios crímenes durante el ataque contra la sede del Poder Legislativo estadounidense. Donald Trump solo ha condenado la muerte de una de los atacantes ultraderechistas de aquel día.