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¡Esta sí es nuestra fiesta!


Y Usansolo ya habrá ganado! Porque el verdadero triunfo es un pueblo que toma las riendas de su presente y de su futuro. En pocas semanas y si no hay contratiempos indeseados para el proceso, las y los usansolotarras amanecerán con un quehacer importante en su jornada: decidir.

La semana pasada en el Ayuntamiento de Galdakao se celebró el pleno ordinario y en él, se aprobaron la memoria y la consulta popular respecto a la desanexión de Usansolo. Por sí mismo, esto ya supuso un hito histórico teniendo en cuenta lo enquistado del asunto y las décadas de poco avance –por no decir ninguno– respecto al proceso en sí.

El alcalde, Iñigo Hernando Arriandiaga, ha cumplido con lo prometido. No puedo hacer otra cosa sino celebrar este modelo de gobernanza, enraizado en la más pura esencia de la democracia. Una forma de gestionar por, para y con el pueblo. Porque desbloquear y avanzar en el proceso de desanexión o segregación –no pienso enrocarme en el término– también va de eso, ¿verdad? De facilitar y respetar lo que una población madura decida en cuanto a cómo y con quién quiere seguir el camino.

Recuerdo en nuestra adolescencia, cómo usansolotarras de mi cuadrilla defendían ya entonces con pasión un Usansolo independiente de Galdakao, hoy siguen sintiendo lo mismo. También recuerdo que mi mente infantil no alcanzaba a comprender el significado de aquella gráfica pintada que permaneció años intacta sobre un muro en el centro de Usansolo: «Primos sí, hermanos no» y sin embargo, tengo muy presente cómo cobró sentido según fui creciendo.

Mi familia paterna es de un caserío de la zona limítrofe entre Usansolo y Galdakao, de Puentelatorre (Torrea, para los de casa). Cuando he conocido que los actuales propietarios del mismo han realizado alegaciones solicitando ser parte de Usansolo en este proceso, me he preguntado si yo hubiese hecho lo mismo. No he tardado en responderme: sí, lo hubiera hecho. Porque, más allá de los sentimientos de pertenencia y de comunidad (que también), está la evidencia de que una gestión más cercana de los asuntos que nos atañen resulta mucho más eficaz y se adapta mucho mejor a las necesidades de la ciudadanía.

Pronto las y los usansolotarras podrán decidir qués y cómos y sinceramente, me alegro infinitamente por ello.

Y ahora por fin, se vislumbra el final del túnel. Veo emoción, ilusión y satisfacción donde hasta hace poco percibía cansancio y hastío. El gobierno municipal de Galdakao facilita así que la demanda de nuestras vecinas y vecinos (primas y primos, si se quiere) durante décadas pueda materializarse, cumpliendo además con lo establecido en nuestra norma foral.

Usansolo será lo que quiera ser... y esta sí que es la verdadera fiesta de la democracia.