Sexto triunfo a domicilio para celebrar los cien de Arrasate

La escuadra navarra repitió el resultado de su última visita a Vallecas, gracias a un partido muy serio en el que apretó a su rival muy arriba y gozó de una gran eficacia ofensiva, sobre todo en el primer tiempo, encadenando así su tercer triunfo en cinco jornadas.

RAYO VALLECANO 0

OSASUNA 3

Osasuna sostuvo en el estadio de Vallecas la positiva dinámica que lleva el equipo en sus más recientes compromisos –tres victorias y un empate en las últimas cinco jornadas– y celebró, de paso, con el sexto triunfo a domicilio del presente curso los cien partidos en Primera que cumplía Jagoba Arrasate sentado en el banquillo rojillo.

La escuadra navarra firmó un partido muy serio que le permite asomarse a la zona noble –noveno, con 32 puntos– en un feudo hasta ahora casi inexpugna- ble, donde solo habían ganado el Athletic en la competición liguera y el Betis este pasado miércoles en el encuentro de ida de las semifinales coperas.

No saltó al césped rayista con intención de especular, sino que desde el pitido inicial salió a por su rival, apretándole arriba y buscando aprovecharse de la carga de partidos y las rotaciones llevadas a cabo por el técnico local, Andoni Iraola. La apuesta le salió provechosa, facilitada por una gran efectividad que le permitió materializar la primera ocasión clara de que dispuso.

Y también trabajada, ya que el lance surgió de una pelota muy peleada por Budimir, que abrió a banda para que Rubén García pusiese un centro al área, aunque un tanto pasado, que recuperó Chimy Ávila antes de que saliese por la línea de fondo para enviarlo al primer palo, donde entró llegando de segunda línea Moncayola colocando a las redes con el interior.

No se echó atrás

El 0-1 reafirmó el plan rojillo. No hubo paso atrás, continuó presionando en campo contrario e incluso pudo ampliar la ventaja, con un remate de cabeza de Budimir adelantándose a la salida en falso de Dimitrievski –el cancerbero macedonio no tuvo su tarde– y una falta de Rubén García que no terminó de blocar el guardameta local.

A la vista de su inseguridad, el interior valenciano volvió a probar suerte desde fuera del área y esta vez tuvo premio. Su chut, fuerte y con cierta colocación, dobló las manos blandas del portero rayista para poner doble ventaja casi al filo del descanso. Tras el receso, sí que apretaron las clavijas los anfitriones, habida cuenta de los cambios ofensivos de Iraola.

Entonces apareció la figura de Herrera, para negarle el gol primero a Nteka, jugándose la cara en una salida a los pies del atacante francés de origen angoleño, y después con una gran estirada a chut dentro del área del ayer titular Falcao.

Superada esa fase de agobio y, pese a que el cuadro madrileño introdujo más variaciones ofensivas, Osasuna ya no concedió más oportunidades a su contrincante. E incluso se permitió el lujo de finiquitar el duelo, aunque ya en el tiempo de descuento. Los rojillos aún tuvieron resuello para botar rápido un saque de banda y pillar Kike García desprevenida a la zaga rayista con un disparo cruzado.

«Soy optimista, pero no esperaba un 0-3»

«Antes del partido uno siempre es optimista, pero un 0-3 no lo esperaba. El Rayo seguramente no llegaba en su mejor momento por el esfuerzo de la Copa, pero nosotros hicimos un partido prácticamente perfecto para refrendar que estamos en un buen momento y podemos ganar en un campo muy difícil», se sinceró Arrasate tras el triunfo.

El técnico de Berriatua refrendó que «desde el principio estuvimos cómodos y el primer gol tan pronto nos dio confianza y el segundo, más. Después el equipo supo sufrir para ganar y dar un paso en la puntuación, pero también en lo anímico», confesó un Arrasate que también destacó «el mérito de lo que está haciendo el Rayo».

«Igual una de las claves de ganar ha sido tener más tiempo que ellos para preparar el partido», analizó el míster rojillo, quien no ocultó su tristeza por ver la grada de los Bukaneros vacía. «No estoy en el día a día, pero ojalá se solucione y los Bukaneros puedan estar animando», deseó un Arrasate que se mostró «optimista» de cara a su renovación. GARA