GARA
IRUÑEA

Maeztu recuerda las medidas en las residencias

La consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Iruñea, Carmen Maeztu, recordó ayer que se mantienen las medidas preventivas frente al covid en las visitas a residencias, aunque hoy se eliminen la mayoría de las restricciones en ese herrialde, entre ellas la obligatoriedad del pasaporte covid para acceder a esos centros para mayores.

«Se van a tener que seguir cumpliendo el resto de medidas preventivas que también en este momento se estaba haciendo en relación con las visitas», señaló la consejera en rueda de prensa, en la que añadió, ante las dudas surgidas y a preguntas de los periodistas, que «sí, es verdad que el pasaporte covid, en vista de que la situación epidemiológica está mejorando, se ha considerado oportuno suprimirlo también en este ámbito».

Maeztu explicó que, según ha trasladado Salud Pública, «con el cumplimiento de las medidas preventivas de distancia y ventilación, y teniendo en cuenta que vamos hacia un tiempo mejor en el que una parte de las visitas se pueden hacer en el exterior, no era necesario mantener el pasaporte covid». A este respecto, añadió que este certificado es «un elemento más junto con otras medidas que han resultado eficaces, pero es una medida más y todavía tenemos que seguir manteniendo las medidas preventivas que son muy importantes en un contexto cerrado como son las residencias y donde hay un número de visitas importante». «La consejera –de Salud, Santos Indurain– ha valorado que se ha conseguido ese efecto que se quería con el pasaporte covid de que se incrementara el número de personas vacunadas», apostilló.

Vuelve a golpear con fuerza

Lo cierto es que después de varios meses en los que el covid parecía casi desterrado de las residencias, la llegada de ómicron, igual que en el resto de la sociedad, ha disparado los contagios en los centros para mayores, y aunque las vacunas han reducido mucho la mortalidad, la alta incidencia ha acabado provocando un número importante de decesos entre los residentes.

Así, por ejemplo, la semana pasada las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa notificaron casi una veintena de usuarios fallecidos en los centros residenciales. Este último herrialde volvió a ser el más afectado, pues registró la muerte de siete personas y tenía 399 casos positivos activos, y desde el 29 de noviembre habían muerto 33 residentes, mientras que 1.377 se habían curado. Porcentualmente, la cifra de decesos es baja en comparación con el de las personas recuperadas, un 2,4%, pero el número total es muy alto teniendo en cuenta que partimos de una situación en la que casi había desaparecido el virus.

Tanto en Bizkaia y en Araba la semana pasada se notificaron seis defunciones en las residencias a causa del covid, y había 333 residentes con contagio activo en Bizkaia y 147 en Araba.