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EL ESTADO FRANCÉS SE REPLIEGA EN EL SAHEL (II)

Macron niega que la retirada de Mali suponga un fracaso

El Estado francés y sus socios hicieron oficial la retirada de las tropas que intervienen en Mali tras nueve años de presencia y entre la hostilidad de la junta golpista que gobierna el país y el creciente sentimiento antifrancés. Níger será la nueva base de operaciones de la fuerza europea en el Sahel. Emmanuel Macron negó que se trate de un fracaso.


El Estado francés y sus socios europeos hicieron ayer oficial la anunciada retirada militar de Mali después de nueve años de operación antiyihadista, entre la hostilidad de la Junta Militar que gobierna el país y de la población que no constata vivir con mayor seguridad.

A pesar de las victorias tácticas y de 53 soldados franceses muertos en la región no ha llegado a garantizar que el Estado de Mali controle su territorio y la población sigue viviendo una gran inseguridad, alimentando el sentimiento antifrancés que hace ver a Barkhane como otra operación neocolonial francesa más. Y un doble golpe, en 2020 y 2021, llevó al poder a una junta militar que lo ha aprovechado.

La retirada se produce en un momento crítico para el presidente francés, Emmanuel Macron, y su intención de postularse para las presidenciales. El mandatario niega haber fracasado como le acusaron varios opositores y defendió que la intervención francesa evitó el colapso del Estado de Mali, subrayando los éxitos de la eliminación de varios líderes yihadistas.

Buscando evitar empantanarse en su propio «Afganistán», París y sus socios quieren mantener la presencia militar en el Sahel llevando la base de su misión Takuba fuera de Mali y extendiéndola a los países vecinos del golfo de Guinea y África Occidental, donde los yihadistas amenazan con extenderse, según la declaración firmada por 25 países europeos, africanos y Canadá.

En la explicación de su retirada, acusaron a la junta de Mali de «objetivos ocultos» y de recurrir a mercenarios de la compañía rusa Wagner con «ambiciones depredadoras», en palabras de Macron.

Bamako niega la presencia de estos paramilitares en Mali, que también se ha señalado en otros países de la región como el avance de Moscú en el terreno que pierde París.

La retirada francesa puede arrastrar a la misión de la UE (EUTM) e impactará en la de la ONU (Minusma, 15.000 soldados). Unos 25.000 soldados están actualmente desplegados en el Sahel, incluidos unos 4.300 franceses, 2.400 en Mali.

El cierre de las últimas bases francesas (Gao, Ménaka y Gossi), exigirá un «titánico esfuerzo logístico» que llevará «entre 4 y 6 meses», según Macron.

Varios de sus aliados europeos ya se habían retirado de Mali, y Berlín y Londres se están pensando la continuidad de sus soldados en misiones de la UE y la ONU. Los soldados europeos que participan en la operación Takuba serán reubicados junto a las Fuerzas Armadas en Níger, que ya alberga una base aérea y 800 soldados franceses.

Al término de esta retirada, el Estado francés tendrá entre 2.500 y 3.000 soldados en el Sahel, según el portavoz del Estado Mayor, coronel Pascal Ianni, repartidos entre Chad, Níger y Burkina Faso. También contará con fuerzas en Senegal, Costa de Marfil y Gabon.

El Estado francés está presente militarmente en Mali desde 2013, primero para detener el avance de los grupos yihadistas que amenazaban a Bamako (operación Serval) y luego con una gran operación regional, Barkhane, desplegando miles de soldados. Finalmente, redujo el volumen de tropas y repartió la carga con sus socios europeos con la operación Takuba, para retirarse ahora todos juntos.

La Junta defiende el derecho del país a decidir su defensa

El ministro de Asuntos Exteriores de Mali, Abdoulaye Diop, defendió el derecho de su país a elegir cómo se defiende después de que París anunciara la retirada y bajo la acusación a Bamako de abrir la puerta a la intervención rusa. «La soberanía de Mali debe respetarse y la elección soberana de Mali para garantizar su defensa y su seguridad deben ser también respetadas», afirmó el ministro. «Los malienses tienen la inteligencia necesaria para tomar las decisiones que vayan en el sentido del interés superior de Mali», insistió. Subrayó que las relaciones con sus socios «siguen en discusión», y dio la bienvenida a «quienes quieran ayudar de forma sincera» en la seguridad del país. El portavoz del Ejército, coronel Souleymane Dembele, sostuvo que Mali no ha registrado «una mejora significativa» con la presencia de las tropas francesas y europeas. «El terrorismo ha grangrenado prácticamente todo el territorio de Mali», añadió.

En las calles de Bamako, entre la satisfacción de unos y la preocupación de otros no hubo muestras de alegría tras las expresiones de animosidad de los últimos meses contra la presencia francesa. Nouhoum Sarr, del Consejo Nacional de Transición, el Legislativo bajo el control de las fuerzas armadas, admite que quizás haya «un vacío pero Mali hará todo lo posible para llenarlo». En cambio, el doctor Modibo Soumare, presidente de una plataforma opositora, teme que «el pueblo será la primera víctima» de la retirada.GARA