La despenalización del aborto hasta las 24 semanas de gestación fue aceptada por la Corte Constitucional, en la sesión extraordinaria que celebró el lunes, por cinco votos a favor y cuatro en contra, como colofón a un proceso que se había dilatado durante meses debido a trabas administrativas y a obstáculos puestos por jueces y por grupos opositores al derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo.

Desde 2006, el aborto solo estaba permitido en Colombia por tres causas: cuando está en riesgo la salud o la vida de la madre; cuando es fruto de violación o incesto; o si hay malformación del feto. En el resto de casos está penado hasta con cuatro años y medio de cárcel.

En el año 2020, al menos 4.268 niñas de entre 10 y 14 años fueron madres en Colombia, donde las relaciones sexuales con menores de edad son consideradas violaciones y, por tanto, entran dentro de las causas del aborto legal.

El aborto es la cuarta causa de mortalidad materna en este país americano y se calcula que menos del 10% de los 400.000 que se realizan al año es llevado a cabo en instituciones sanitarias con garantía.

La decisión de la Corte Constitucional no supone la eliminación del delito del aborto del Código Penal, como pedían las organizaciones feministas, ya que seguirá castigado a partir de las 24 semanas cuando no se trate de las tres causas citadas. Las penas pueden llegar hasta cuatro años y medio de cárcel.

Desde 2006, en Colombia han ido aumentando significativamente la persecución y las condenas por aborto, con un promedio de 400 casos por año y un total de 346 mujeres condenadas hasta 2019, según un informe reciente elaborado con datos de la Fiscalía por la organización Causa Justa, que fue la impulsora de la demanda ante la Corte Constitucional.

De hecho, el aborto es un delito más perseguido judicialmente y condenado que la denominada «violencia intrafamiliar» o que las violaciones sexuales, o incluso que el aborto no consentido, tal como se recoge en este mismo informe.

«Un avance gigante»

La noticia fue recibida con vítores a las puertas de la sede de la institución en Bogotá por medio centenar de mujeres que esperaban ataviadas con los característicos pañuelos verdes que identifican a la organización Causa Justa, que agrupa a más de un centenar de organizaciones feministas y de derechos humanos.

«Es un gran logro para las mujeres; es histórico para Colombia y para América Latina, es un paso y es un avance muy importante para seguir garantizando la vida, la salud, la libertad y el derecho a decidir de las mujeres», comentó a la agencia Efe la abogada de Women's Link y portavoz de Causa Justa, Mariana Ardila, una de las letradas que presentó hace más de 500 días la demanda.

«Esto, sin duda, es un avance gigante para las miles de mujeres y niñas que estaban en riesgo y que hoy podrán acudir al sistema de salud», añadió Ardila, quien prometió que seguirán «empujando para que se elimine el delito del aborto del Código Penal, pero hoy se ha hecho un avance muy importante».

La letrada también indicó que, tras este fallo, Colombia cuenta con la «legislación del aborto más avanzada de toda la región americana» y, además, deja abierta la puerta a una despenalización total, ya que aún queda por resolver una segunda demanda que está pendiente de resolver en la Corte.

«Aunque la despenalización del aborto en las primeras 24 semanas es un paso vital para el derecho al aborto en Colombia y en América Latina y el Caribe, nadie debería ser criminalizado por acceder a un aborto. Es vital que sigamos presionando para conseguir el pleno acceso al aborto legal y seguro en todas las circunstancias en Colombia y más allá», recalcó, por su parte, Érika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

El presidente Duque, en contra

Entre quienes se oponían a la ampliación del derecho al aborto se encuentra el presidente colombiano, Iván Duque, quien expresó su temor a que la decisión de la Corte «facilite que el aborto se convierta en una práctica casi anticonceptiva, recurrente y regular».

Duque puso el foco en que la despenalización del aborto es «preocupante» en una sociedad como la colombiana, precisamente, aludiendo al machismo y a los altos índices de embarazos no deseados. «Me preocupa que esta práctica de aborto, que es contraria a la vida, se convierta en una práctica cotidiana y, en un país machista, que se pueda recurrir a este mecanismo, que se vuelva para muchos método anticonceptivo para no usar el condón», reiteró. También cuestionó que una decisión de este calibre haya sido tomada «solo por cinco personas».