GARA
CIUDAD DE MÉXICO-BRASILIA

Lula disputará las presidenciales tras anular el Supremo su última causa

Horas después de que el Supremo Tribunal Federal de Brasil anulara la última causa todavía abierta en su contra, el expresidente Lula da Silva despejó finalmente la incógnita y anunció oficialmente que concurrirá a las elecciones presidenciales de octubre.

«Pensamos disputar las nuevas elecciones en Brasil», afirmó Luiz Inácio Lula da Silva durante su participación el miércoles en Ciudad de México en un acto de Morena, el partido del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

El líder del Partido de los Trabajadores despejó así la incógnita sobre su candidatura para convertirse por tercera ocasión en presidente del país. Y lo hizo unas horas después de que el magistrado Ricardo Lewandowski, del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, anulara el último proceso penal en su contra por «graves vicios procesales».

El símbolo de la izquierda latinoamericana afirmó que mantiene la energía de cuando comenzó en la vida política y resaltó que América Latina necesita una nueva gobernanza, tal y como, según él, ha sucedido en México.

La visita a México tuvo lugar mientras Brasil se prepara para las elecciones del 2 de octubre, en las que se espera que Lula y el actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, sean los principales contendientes.

El apoyo a Da Silva se fortaleció desde que recuperó sus derechos políticos el 8 de marzo de 2020, después de que el STF anulara todas sus condenas, le restituyera sus derechos políticos y posibilitara así su participación en la carrera presidencial. Los sondeos le sitúan como favorito con un 45% en intención de voto, frente al 30% de Bolsonaro. El tercer lugar, con cerca del 10%, es para el exjuez Sergio Moro, quien tras encarcelar a Lula dejó en 2018 la carrera judicial para asumir como ministro de Justicia de Bolsonaro.

«Graves vicios procesales»

En la última acción penal que quedaba activa en su contra, Lula había sido acusado de tráfico de influencias, lavado de dinero y asociación ilícita, todo apoyado en su supuesta injerencia durante su segundo mandato en una licitación de la Fuerza Aérea Brasileña para la compra de 36 cazabombarderos, que se decantó en favor de la empresa sueca Saab, con sus aviones Gripen.

Según el juez Lewandowski, existen «graves vicios procesales que manchan las investigaciones» de la Lava Jato, la operación contra la corrupción que destapó numerosos escándalos con los que se vinculó al Gobierno de Lula y muchos de los cuales ya han sido archivados por diferentes motivos. Y añadió que esos «vicios procesales» permitieron producir «elementos supuestamente probatorios» utilizados de forma «tendenciosa» por los fiscales que promovieron la acusación.

En los últimos meses, los jueces han echado por tierra una decena de causas en las que Lula figuraba como acusado, incluidas las dos en las que había sido declarado culpable y condenado a prisión, en la que llegó a pasar 580 días. Casi todos los procesos había sido dirigidos por Moro, pero fueron anulados por el TSF.