Enekoitz Azparren (Donostia, 2002) demostró en su victoria del sábado en Ereño la casta que llevan en la sangre toda la familia y que su padre Mikel, destacado ciclista amateur, ha transmitido también a su hermano Xabier Mikel, como lo refleja en todas las carreras con Euskaltel.

Los Azparren tienen similitudes con su forma de correr combativa: «Los dos somos muy valientes y nos gusta intentar disputar todo porque así nos lo han enseñado en casa, que hay que intentar disputar todas las carreras. Mi hermano es un referente, da un nivel muy bueno», reconoce Enekoitz.

En su debut como sub’23 ganó en Agoncillo la primera carrera que pudo disputar y el campeonato de Gipuzkoa contrarreloj, fue tercero en la crono del Campeonato de España y en Oñati. En su segundo año, en el que pasa a ser uno de los líderes del Laboral Kutxa, ha estado con los mejores en todas las carreras.

En la primera prueba del Essor Basque entró en el gran grupo que se disputó la victoria, en la segunda fue décimo, en la tercera séptimo, en la cuarta un problema con el cambio le hizo ser undécimo y en la quinta fue tercero. En Colindres repitió puesto por detrás de sus compañeros Berasategi y Zubeldia, realizó al día siguiente una exhibición en solitario y en Ereño ganó tras atacar de inicio a fin.

Satisfacción

Da más valor a la victoria de Ereño que a las dos del año pasado: «En Agoncillo gané en un sprint muy justo, no tuve ni la opción de levantar los brazos. Hacerlo en Ereño es un recuerdo bonito. Sabía que al ser la carrera tan corta había que ir muy rápido y desde que dieron la salida arranqué y me fui con un grupo de seis entre los que estaba Iñaki Murua, pero a Natxitua llegamos con poca ventaja porque se pusieron a tirar Eulen y Caja Rural y llegamos con 25 segundos. Nos cogieron y pensaba que tenía que intentar sacar diferencias y empecé el puerto muy fuerte. Me fui solo y luego enlazaron conmigo Hierro y Berasategi. Parecía que nos íbamos los tres, pero nos pillaron y en el último repecho Berasategi y yo nos fuimos hasta la meta».

No hubo dudas para decidir quién debía ganar: «No hablamos, veníamos los dos, Xabier había ganado en Colindres y me dejó pasar primero. No fue un sprint disputado entre los dos a tope. Íbamos a entrar juntos, pero venían por detrás rápido y nos separamos un poco».

Azparren y Berasategi serán las dos bazas del Laboral Kutxa el domingo en la Aiztondo Klasikoa, donde se pondrá a prueba su inicio ante los mejores corredores de la categoría al ser puntuable para la Copa de España.

La carrera será dura porque acaba con una segunda subida a Alkiza desde Asteasu además del habitual circuito con las cotas de Zizurkil y Aduna: «Me viene bien el final, que se va a hacer muy dura tras 150 kilómetros. Aiztondo no es una carrera que suele salir bien al equipo, pero para mí es bonita y muy dura. Me gusta mucho por el circuito, por el desgaste. Si hace mal tiempo será mayor y habrá más riesgo de caídas en las bajadas de Altzo y de Alkiza, que es donde siempre se suele provocar un corte peligroso. Cuanto mayor daño puedes hacer es desde lejos. El año pasado bajando nos fuimos quince, aunque no tiramos para adelante».

Los próximos objetivos

Para el conjunto de la temporada tiene claros los retos: «He empezado muy fuerte y uno de los objetivos será conseguir pasar al Euskaltel y, además, ganar las mayores carreras posibles y estar lo más adelante que se pueda». Le gustaría coincidir con Xabier Mikel, que tiene que renovar y no le faltarán ofertas: «Nos gustaría correr juntos en el equipo de casa. Él está dando un nivel muy alto y a ver si Euskaltel apuesta por los dos».

Enekoitz es mejor escalador que su hermano y además contrarrelojea bien. Tiene lo que necesita para hacerse un hueco en el profesionalismo: «Sobre todo en la categoría amateur es muy importante ser completo y lo cumplo. Espero pasar y veremos que corredor seré».