Hay días que más vale no levantarse de la cama. Lointek Gernika Bizkaia perdió contra el colista Tenerife en Maloste después de forzar la prórroga de forma agónica con empate a 61. Pero una vez logrado el empate, a Bjorklund se le salió el tiro ganador. Ya en el tiempo extra, las gernikarras metieron sus tiros libres, pero un triple de Mayombo y una bandeja de Gaby Ocete supusieron una dolorosa derrota por 67-72. Kutxabank Araski cayó en una especie de combate de lucha libre ante Cadí La Seu por 67-63.

El partido de Maloste arrancó tarde al estropearse un reloj de posesión, defecto bastante recurrente en las canchas de Euskal Herria. Ese parón ya con el calentamiento a punto de finalizar descentró por completo a las de Mario López, que se vieron con el partido y el marcador siempre a remolque, incapaces de remontar.

Entre Bjorklund y Tinara Moore lograron empatar a 61 y Gernika tuvo el último balón, pero a Bjorklund se le salió de dentro. Y en el tiempo extra, las tinerfeñas mostraron mucho más temple que las vizcainas, sobre todo por parte de la ex de Gernika Gaby Ocete, que eligió muy bien cuándo pasar para el triple de Mayombo y cuándo jugársela ella para decidir.

Lointek Gernika sigue con diez triunfos, esperando poder ganar a Ensino este sábado, nuevamente en Maloste.

Derrota en el barro

Mientras se dejó jugar a baloncesto, Kutxabank Araski llevó la voz cantante en su duelo frente a Cadí La Seu. Con 24 puntos de Tanaya Atkinson y 16 de Leia Dongue, el cuadro gasteiztarra llegó a disponer de siete puntos de renta en varios momentos de la primera mitad, amén de frenar a Irati Etxarri.

Pero la escuadra catalana supo encontrar a Tunstull, autora a su vez de 24 puntos, y a la base Laia Raventós cuando se jugaban los minutos calientes del choque.

Pero lo que de veras supuso la derrota de Kutxabank Araski por 67-63 fue la actuación arbitral. Podrán decir desde Cadí La Seu que permitieron contactos bajo ambos aros y es verdad, pero en los minutos finales Dongue y Atkinson principalmente fueron objeto de faltas no señaladas que supusieron contragolpes locales. Tal fue la desesperación de Madelen Urieta que se hizo pitar una técnica con el duelo perdido.