Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - LIGA ACB

Bitci Baskonia logra que los pitos se vuelvan aplausos

Los gasteiztarras supieron darle la vuelta a una mala primera mitad y e imponerse en un final igualado.

BITCI BASKONIA 89

RÍO BREOGÁN 84


Al descanso, Bitci Baskonia caía por 32-42 ante un Río Breogán que ayer demostró en Gasteiz que es mucho más que Musa, por mucha calidad que tenga el bosnio. Los 7.106 espectadores del Buesa Arena despidieron al cuadro local con silbidos.

Cuando acabó el partido, con 89-84 para los entrenados por Neven Spahija, esos silbidos se convirtieron en aplausos, y no solo fueron por el resultado final. La entrega del equipo gasteiztarra fue absoluta, con solistas como Fontecchio, Giedraitis, la defensa de Kurucs y, sobre todo, la recta final de Granger, capaz de ser diferencial. Hasta Neven Spahija subrayó que «de no haber estado Granger en los dos o tres últimos minutos, hubiera sido muy difícil poder ganar. Porque metió un par de triples e hizo jugar al equipo».

En la primera mitad, en cambio, los triples brillaron por su ausencia –1 de 11, para un 8 de 14 tras el descanso– y el rebote, también. Por tanto, con Musa al mando, el Río Breogán fue capaz de llevar la voz cantante, al punto de irse hasta de 12 puntos. Tras el 32-42 del descanso, el acierto llegó al bando gasteiztarra, Kurucs defendió hasta vaciarse, la pelea por el rebote se igualó, y los solistas empezaron a poner de su calidad.

Peters sentencia

No obstante, aun consiguiendo la remontada y cambiar la iniciativa del juego, el cuadro galaico se supo mantener en la pelea, aun y cuando debió mandar a Musa al banquillo por faltas. Mahalbasic, Jankovic y Kalinoski fueron un dolor de cabeza constante para Saski Baskonia.

Con Granger como catalizador, Alec Peters también fue clave para la victoria final. El de Illinois, con 85-82 en el marcador, estuvo listo en un rebote ofensivo, y acertado desde la línea de tiros libres. Gracias a esa concentración y a la entrega de sus compañeros, el Baskonia logró que los pitos del descanso se volvieran aplausos y vítores. Y de paso, los gasteiztarras abrieron brecha respecto de sus rivales en la pelea por los play-offs.