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Sus socios emplazan al PSOE por el giro en el Sahara que la CE aplaude

El viraje del PSOE en su postura respecto al Sahara Occidental obtuvo ayer el aplauso de Bruselas mientras persiste el enfado de Unidas Podemos y sus socios parlamentarios, que piden la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso. La ONU, que no respalda el plan de autonomía de Rabat, defiende un proceso político bajo sus pautas.


El alineamiento del Gobierno de Pedro Sánchez con Marruecos tras su giro en relación al Sahara Occidental al respaldar el plan de autonomía para la excolonia española recibió ayer el aplauso de la Comisión Europea, pero el malestar entre sus socios, tanto de coalición como parlamentarios, crece.

Bruselas expresó su respaldo al repentino viraje de Madrid, en palabras de la portavoz de Exteriores del Ejecutivo comunitario.

«La Unión Europea saluda todos los desarrollos positivos de las relaciones bilaterales entre los Estados miembros y Marruecos», señaló Nabila Massrali, quien dijo que la nueva postura del Ejecutivo español «solo puede ser beneficiosa para la implementación de la asociación euro-marroquí en su conjunto.

Sus palabras llegaron horas después de que la Comisión Europea reafirmara su apoyo a los esfuerzos de la ONU para «llegar a una solución política justa, realista, pragmática, duradera y mutuamente aceptable».

Críticas de Podemos

Un respaldo que Sánchez no encuentra en el Estado español. La viceministra Yolanda Díaz (Unidas Podemos) puso ayer voz al rechazo de su partido al giro unilateral dado por el PSOE, que niega un cambio de postura. Díaz lo calificó de «incoherente» y consideró que ha sido tomado con «enorme opacidad» y «formas incorrectas», pero rechazó romper el Ejecutivo por estimarlo una «irresponsabilidad».

El enfado es mayor entre los socios parlamentarios del Gobierno, que han presentado una solicitud en el Congreso para que Sánchez comparezca para explicar su giro de 180 grados, iniciativa a la que se han sumado otras formaciones. En concreto, la petición registrada lleva la firma de ERC, PNV, EH Bildu, Más País, Compromís, Nueva Canarias, Junts, PDeCAT, CUP, BNG y Coalición Canaria. También el PP ha solicitado que el jefe del Ejecutivo rinda cuentas en el Congreso.

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, ya mostró su disposición a comparecer en el Congreso para informar del cambio de criterio del Ejecutivo, y todo apunta a que irá mañana a la comisión correspondiente. Pero la mayoría de grupos exige que sea el propio Sánchez quien comparezca.

Albares expresó ayer al enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, Steffan de Mistura, «el apoyo de España a su labor para alcanzar una solución mutuamente aceptable en el marco de Naciones Unidas». De Mistura, por su parte, dijo tomar «buena nota» de ese apoyo «a un proceso auspiciado por la ONU tendente a una solución mutuamente aceptable», que debe ir «en línea con las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad» y particularmente la última (2602), del pasado octubre.

Además, el ministro Albares insistió en que «siempre es un buen momento para alcanzar un acuerdo que garantiza la integridad territorial de España, la soberanía de España», en clara referencia a los enclaves españoles de Ceuta y Melilla. Precisamente mañana Sánchez tiene previsto visitar ambas ciudades autónomas.

Un error estratégico

El Frente Polisario volvió a criticar ayer la decisión de Madrid. Su representante ante la UE y Europa, Oubi Bouchraya Bachir, calificó de «error estratégico» el cambio del Estado español en su tradicional neutralidad sobre el Sahara Occidental, al tomar partido por la propuesta de autonomía de Marruecos.

El domingo, el líder del Frente Polisario y presidente saharaui, Brahim Ghali, lo consideró «lamentable y vergonzoso porque es ilegal e inmoral y supone una violación flagrante de la legalidad internacional».

El presidente de la Asamblea Nacional argelina, Brahim Bughali, criticó ayer el «vil chantaje» marroquí que ha propiciado en su opinión el cambio de postura español. Los derechos del pueblo saharaui no pueden en ningún caso ser objeto de pactos y menos de una abdicación ante un vil chantaje», afirmó.

Argelia, cuyo gas necesita el Estado español, llamó el domingo a consultas a su embajador en Madrid. Albares descartó la posibilidad de un corte en el suministro.