GARA Euskal Herriko egunkaria

Un clamor recuerda los 46 años del golpe militar en Argentina

Argentina celebró ayer el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, una jornada en la que cientos de miles de personas colapsaron las calles de todo el país para recordar el 46º aniversario del golpe de Estado que inició la última y más feroz dictadura cívico-militar y rechazar la prisión domiciliaria para los condenados por crímenes de lesa humanidad.


En una marcha multitudinaria en las calles de Buenos Aires, las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo volvieron a lucir con emoción y orgullo sus pañuelos blancos, portando carteles con los rostros de los desaparecidos durante la época del terrorismo de Estado. «Después de dos años que no podíamos, por la pandemia, salir y expresarnos en las calles... Este es un día realmente histórico», afirmó a Efe Taty Almeida, uno de los rostros más conocidos de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

Según los organismos de derechos humanos, hasta 1983 alrededor de 30.000 personas –entre ellas militantes políticos y sociales, sindicalistas, estudiantes universitarios o artistas– desaparecieron tras ser secuestradas, torturadas y ejecutadas por el aparato represor de la dictadura.

Durante varias horas, un centenar de organizaciones sociales, estudiantiles, políticas y sindicales desafiaron el viento y la lluvia para abarrotar la icónica Plaza de Mayo, frente a la sede del poder Ejecutivo, en donde hubo un reclamo unánime: «memoria, verdad y justicia» para los desaparecidos y muertos por la dictadura.

Para Carlos Pisoni, integrante de Hijos, este 24 marzo adquirió un nuevo significado para el país, que ayer conmemoró con «festejos» la fecha en que se produjo un «golpe genocida».

«Hoy nosotros reconfiguramos ese día con alegría, porque pudimos continuar la lucha, seguir en pie y obtener victorias también. Todos estos años avanzamos en que las políticas de memoria, verdad y justicia sean políticas públicas en Argentina», declaró a Efe.

Esos cánticos resonaron por las plazas de todo el país, también en la provincia central de Córdoba, en donde la presidenta local de Abuelas de Plaza de Mayo, Sonia Torres, volvió a manifestarse con sus compañeras tras dos años de pandemia.

«Cada marcha es un paso más en el camino hacia la dignidad de nuestros hermanos. Nosotros decimos que si todos los argentinos juntamos las manos, la lucha y las protestas no han sido en vano», destacó Torres.

El martes, Abuelas de Plaza de Mayo volvió a lanzar su campaña “Argentina te busca”, recordando la búsqueda de los casi 300 nietos apropiados ilegalmente entre 1976 y 1983 que continúan desaparecidos.

«Inaceptable»

Una de las reivindicaciones más sonadas durante el día fue el rechazo a las prisiones domiciliarias que están recibiendo los condenados por crímenes de la dictadura, una postura que los organismos de derechos humanos consideran «inaceptable».

«Con un pobre hombre que robó una gallina no tienen esas prebendas, pero con los genocidas sí. No puede ser, son delitos de lesa humanidad. Sin ánimo de venganza ni de odio, lo que corresponde es que estén en las cárceles», denunció Almeida.

Desde el reinicio de los juicios en 2006, Argentina suma 1.058 personas sentenciadas por crímenes de lesa humanidad, según un informe de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, que constató que la prisión domiciliaria se consolidó como el método de detención más común para quienes transitan estos procesos judiciales.

Otro de los ejes de las protestas fue el nuevo acuerdo con el FMI para refinanciar un préstamo de unos 45.000 millones de dólares, que es visto por las organizaciones de izquierda como un retorno del modelo económico «neoliberal» instaurado durante los años de la dictadura.

La jornada también evidenció las discrepancias en el oficialismo, dividido entre partidarios y detractores de ese acuerdo.

El presidente, Alberto Fernández, encabezó un homenaje a los científicos desaparecidos en la dictadura, una época que constituyó, en su opinión, la «mayor tragedia» en la historia del país.

La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que lidera la facción más crítica con el pacto, no asistió a ningún acto y se limitó a pedir «memoria, verdad y justicia» a través de Twitter.

Barnes de Carlotto, homenajeada en Gernika

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto, fue homenajeada ayer en la Casa de Juntas de Gernika, donde pidió que lo ocurrido en Argentina no se repita nunca, en ningún lugar del mundo.

Barnes de Carlotto visita Euskal Herria acompañada por su hija Claudia Carlotto, coordinadora de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, y su recuperado nieto tras una búsqueda de 36 años que concluyó en 2014.

«Las abuelas de Plaza de mayo somos doblemente afectadas, tenemos hijos y nietos que han sido víctimas de la dictadura cívico-militar que tiene que ser la última», subrayó durante su intervención. Precisó que 46 años después del golpe militar en Argentina «seguimos en esa tarea de búsqueda» de los hijos y nietos desaparecidos. Recordó el inicio de la búsqueda de unas mujeres que «no teníamos miedo de morir buscando. Aprendimos a luchar por la verdad, la memoria y la justicia. Sin violencia. Solo la justicia y la ley. Nunca el odio, la venganza: simplemente amor». Reclamó, por ello, que «nunca más, en ningún lugar del mundo, ocurran estas cosas». GARA