Fuerzas israelíes mataron ayer a a dos palestinos en el campo de refugiados de Jenín, en la Cisjordania ocupada, tras una incursión del Ejército, que seguía actuando en operaciones lanzadas tras los últimos atentados –dos de ellos reivindicados por el ISIS– que dejaron quince muertos en Israel.

Los fallecidos son Sanad Abu Atiyeh y Yazid al-Saadi, de 17 y 23 años de edad, que murieron tras recibir disparos de fuerzas israelíes, según el Ministerio de Sanidad palestino. Otras nueve personas resultaron heridas, algunas de ellas en estado crítico, por impactos de bala, concretó la agencia oficial de noticias palestina Wafa.

Según el Ejército, un soldado israelí sufrió algunas heridas.

Un portavoz castrense explicó que tropas y Policía fronteriza entraron por la mañana en Jenín «para detener a varios sospechosos» y, en línea con sus versiones oficiales, agregó que palestinos «abrieron fuego contra las tropas» y que los soldados se limitaron a responder, pero al parecer los únicos muertos y heridos son palestinos.

El Ejército llevó a cabo amplios operativos desde el miércoles por la zona norte de Cisjordania, donde arrestó a varias personas sospechosas de tener algún tipo de vínculo con el ataque cometido el martes en la localidad ultraortodoxa israelí de Bnei Brak, donde un palestino de Yabaad, aldea cercana a Jenín, identificado como Dia Hamarshah, mató a cinco personas.

Por su parte, la Yihad Islámica, muy presente en la zona de Jenín, pidió a sus miembros que estén alerta. «A la luz de los acontecimientos en el terreno (...) el secretario general de la Yihad Islámica anuncia una movilización general de las Brigadas Al-Quds [su brazo armado] en sus localidades», señaló.

Ayer mismo, poco después de la operativo militar, un civil israelí mató a un palestino que, según la versión del Ejército, había apuñalado a un pasajero de un autobús en el sur de la Cisjordania ocupada, hiriéndolo de gravedad.

En una semana, Israel ha sufrido tres graves ataques que han dejado 15 fallecidos –cuatro de ellos los atacantes–, lo que ha puesto al país en estado de alerta máxima a solo pocos días del inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán.

Las fuerzas de seguridad israelíes han desplegado más efectivos por toda la región. Esto incluye el refuerzo de la Policía con oficiales del Ejército, y el despliegue de múltiples batallones militares en puntos claves de Cisjordania y en la zona alrededor de la Franja de Gaza.

Provocación ultrasionista en la Explanada de las Mezquitas

En plena escalada de violencia y aumento de la tensión en la Cisjordania ocupada y en Israel tras los últimos atentados y las muertes de palestinos causadas por el Ejército y por civiles israelíes, el diputado de extrema derecha Itamar Ben Gvir, conocido por sus declaraciones incendiarias sobre los palestinos, visitó ayer la Explanada de las Mezquitas, días antes del comienzo de las celebraciones del Ramadán en un claro gesto de provocación.

«Durante toda la noche, Hamas me amenazó, diciendo que estaba en la línea de fuego, y me dijo que no viniera aquí. Le digo al portavoz de Hamas: ‘Cállate’», afirmó. «No entiendo por qué Israel no lo elimina (al portavoz de Hamas) en una eliminación dirigida, es un terrorista… Mi visita aquí es para transmitir un mensaje simple: ‘No me rindo e Israel no debe rendirse a estos terroristas que quieren matarnos a todos», sostuvo.

En el año 2000, la polémica visita del líder derechista Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas fue el detonante del levantamiento palestino conocido como la Segunda Intifada.

El lugar, bajo la autoridad de Jordania, pero cuyos accesos están controlados por Israel desde la ocupación de Jerusalén Este en 1967, fue escenario el año pasado, durante el Ramadán, de enfrentamientos entre el Ejército israelí y los palestinos que dejaron cientos de heridos y desembocaron en una operación militar sionista contra la Franja de Gaza que se prolongó durante once días.GARA