Escribo el 1 de abril, el Poisson d`abril en francés, Pesce d`aprile en italiano y April Fool`s Day para los anglosajones, fecha equiparable a nuestro día de los inocentes del 28 de diciembre. Los lugares de información de montaña de numerosos países están inundados con noticias más o menos sosas o ridículas: “Excepcional descubrimiento de un huevo de dinosaurio en el refugio Vallot, en el Mont Blanc”. “Starbucks abre cafeterías en las tres cumbres más altas de Gran Bretaña”. “Una de las estatuillas de los Oscars concedidos el año pasado al grupo del documental Free Solo será expuesta temporalmente en medio de la pared del Capitan, en el largo clave de la vía Freerider, retratada en la película”, etc. El problema es que, aunque hay noticias fácilmente identificables como bromas, otras no lo son tanto y otras que no lo son se prestan a confusión. En alguna página web, de cuatro noticias, tres son falsas y la cuarta, con la misma tipografía, tamaño y continuidad, se refiere al escalador alemán Alex Megos, uno de los más fuertes del mundo y el cambio acaecido en su vida al prestar, junto con su familia, acogida a 15 refugiados ucranianos, incluyendo su novia, también escaladora, su madre y su hermana. Entre ellos hay dos menores de los cuales se ha tenido que declarar legalmente tutor y demás papeleos oficiales. En la redacción de la noticia se aprecia su veracidad, pues lo contrario sería impensable. Muy de mal gusto al ponerla entre las otras.