Pedro Sánchez reafirma su viraje ante Mohamed VI

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reafirmó ayer ante el rey de Marruecos, Mohamed VI, su viraje en relación al Sahara Occidental con su apoyo al plan de autonomía de Rabat, durante su visita al monarca. Pero lo hizo solo después de la que la mayoría del Congreso de los Diputados aprobara la iniciativa que ratifica el apoyo al referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental en el marco de las resoluciones de la ONU y dejara solo al PSOE.

Pedro Sánchez y Mohamed VI mantuvieron ayer un encuentro en Rabat en el que coincidieron en su apuesta por iniciar una nueva etapa en sus relaciones bilaterales, en el marco de la cual se pondrán en marcha medidas concretas y habrá una concertación permanente. Durante el encuentro, el español reafirmó la postura de su Gobierno de apoyo al plan de autonomía marroquí sobre el Sahara Occidental, al considerar que se trata de la iniciativa «más seria, realista y creíble para la resolución de la disputa», informó el gabinete real marroquí.

En la nota se explicaba que ambos reiteraron la voluntad de abrir una nueva etapa en las relaciones ente los dos países «fundada en el respeto mutuo, la confianza recíproca, la concertación permanente y la cooperación franca y leal».

Por su parte, fuentes españolas afirmaron que en la reunión se ha ratificado la voluntad de profundizar las relaciones en esta nueva etapa y destacaron la «gran cordialidad» del encuentro con el monarca.

Sánchez acudió al Palacio real acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y del embajador español en Marruecos, Ricardo Díaz-Hochleitner.

Sin respaldo

Sin embargo, fue un viaje que realizó sin el respaldo de ninguna de las formaciones política con representación en el Congreso de los Diputados, que ayer le dejó solo al aprobar la iniciativa que ratifica el apoyo al Sahara Occidental para que pueda elegir su futuro en un referéndum de autodeterminación.

El día en que Sánchez viajó a Marruecos, donde compartió con el monarca marroquí el iftar, la tradicional cena con la que los musulmanes rompen el ayuno en Ramadán, el Pleno del Congreso aprobó la iniciativa de Unidas Podemos, ERC y EH Bildu, pese al voto en contra del PSOE, con 168 votos a favor, 118 en contra y 61 abstenciones, las de Vox y Ciudadanos.

El pasado martes, el PSOE se mostró dispuesto a apoyar la proposición no de ley al entender que su parte dispositiva era asumible, ya que solo habla de un referéndum pactado y dentro del marco de Naciones Unidas, pero solo dos días después anunció su voto en contra alegando que en el debate de la propuesta sus propios socios habían vertido ataques inaceptables y se había comparado la apuesta por el plan marroquí de autonomía con un apoyo a Vladimir Putin en el conflicto de Ucrania.

El voto negativo del PSOE creó gran malestar dentro del Gobierno de coalición y en algunos diputados del propio partido, como Odón Elorza quien, aunque acató la disciplina de voto, lamentó antes de la votación el «cambio» del PSOE ante un texto «aceptable».

El texto aprobado llama a respaldar un referéndum en el marco de la ONU «en el convencimiento de que solo el diálogo, la negociación y el acuerdo llevado a cabo de buena fe y de manera constructiva, conforme al Derecho Internacional, ayudarán a alcanzar una solución política justa, realista, viable y aceptable por ambas partes al conflicto en el Sahara Occidental».

La proposición no de ley contó con el voto favorable del PP, que ya había anunciado su apoyo desde el martes, ya que, según Cuca Gamarra, «responde a la posición en la que siempre ha estado el PP».

Ciudadanos optó por la abstención porque no le gusta que los que impulsaron la propuesta hablen de autodeterminación para el Sahara como «excusa para sus propios fines políticos en Catalunya o Euskadi».

Vox, que ya había avisado de que no iba a apoyar la resolución porque recela de «una iniciativa impulsada por Podemos y los independentistas», se decantó finalmente por la abstención.

Ribera admite que Argelia subirá el precio del gas

La vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica y para el Reto Demográfico, Teresa Ribera, admitió ayer que Argelia, a través de la estatal Sonatrach, tiene intención de subir los precios del gas que vende al Estado español, pero dijo esperar que se trate de un incremento «moderado».

Se mostró, además, confiada en que Argelia cumpla sus compromisos en materia de suministro, ya que se trata de un país «sólido, solvente y fiable». «En la medida de que es un país fiable y que nunca jamás hemos tenido indicio de que vaya a faltar a sus compromisos, podemos estar tranquilos y seguros», señaló en una entrevista con Efe.

Ribera se pronunció en este sentido al ser preguntada por las declaraciones del consejero delegado de Sonatrach, Toufik Hakkar, en las que abría la puerta a revisar los precios del gas solo al Estado español, y que se produjeron tras el cambio de la posición española en el contencioso del Sahara Occidental, al avalar el plan de autonomía de Marruecos.

Afirmó que «para España, la sociedad española y cualquier Gobierno de España, la relación bilateral con Argelia y la relación bilateral con Marruecos es muy importante». «Con los dos países», recalcó Ribera.GARA