El Sanse se enfrenta al Girona obligado a voltear su mala dinámica

El Sanse viaja a Girona obligado a ganar. Una derrota no le sentenciaría pero complicaría al límite una situación que ya es suficientemente delicada. La victoria del Málaga le sitúa diez puntos por encima de los donostiarras, que deben neutralizarlos en apenas siete jornadas.

A la situación, comprensible, de tensión se le añaden dos problemas. Por un lado, la dinámica negativa del equipo, que ha llegado precisamente cuando se había ilusionado con la remontada tras enlazar su mejor racha del curso. Desde la victoria ante el Sporting del 7 de marzo ha sumado dos puntos de quince. La incapacidad resolutiva en las dos áreas sigue lastrando al equipo. A eso se le une un rival enrachado –cinco victorias previas a su último tropiezo en Zaragoza– y especialmente fuerte en su feudo de Montilivi: en 2022 sólo se han llevado de allí cuatro puntos entre Eibar y Lugo.

Xabi Alonso reconoce que la situación no es buena, sobre todo porque dependen de otros, pero ve a su equipo con ganas «de seguir compitiendo y haciendo bien las cosas» y recuerda que su mejor nivel lo ha dado fuera de casa. El técnico recupera a Zubiaurre y Sola.