La derrota del domingo en Santander acabó con la buena racha de Osasuna y le hizo descender un peldaño hasta el tercer puesto. Pero con seis jornadas por delante, sigue teniendo en su mano triunfar en un grupo igualadísimo. Tres puntos apiñan a los cinco primeros clasificados, el campeón ascenderá y los otros cuatro se irán a la nueva 1ª RFEF.

Más emoción, imposible.

Está todo muy igualado y cambia todo de una jornada a otra. Con este formato de Liga, todos los equipos nos estamos jugando algo y eso convierte la temporada en una locura repleta de sorpresas, en la que equipos que parecían desahuciados ganan a los de arriba. A nosotros nos ha venido bien que haya tantas sorpresas porque en diciembre estábamos un poco descolgados, a doce puntos del líder, y a lo mejor con otro formato los de arriba habrían ganado todo ya. Pero como hemos cogido una buena racha, hemos podido recortar.

Han enlazado esa racha en el mejor momento, justo cuando se decide todo.

Nuestras segundas vueltas suelen ser bastante redondas y confiábamos en ello aunque estábamos un poco lejos. Es verdad que estando a tantos puntos en diciembre, costaba creer que llegaríamos pero teníamos esa esperanza porque si algo tiene Osasuna, es que nunca se rinde.

No le voy a engañar. Ha habido momentos en los que daba por imposible el ascenso y les he visto más cerca de pelear por evitar el sexto puesto y el peligroso play-off de permanencia. No sé si también se lo temieron ustedes.

Llevamos tres años peleando arriba pero el ascenso no es un objetivo directo, nuestra obligación es estar entre el segundo y el quinto puesto. Cuando en diciembre estábamos a doce puntos, tuvimos una racha de tres o cuatro partidos en los que no estuvimos bien, es verdad que estábamos pensando en el play-off. Pero somos Osasuna, una familia, hubo muchas charlas, se habló mucho, nos unimos más y logramos darle la vuelta. Desde enero se ha visto otro equipo, el trabajo que se estaba haciendo se reflejó en los resultados... Hubo preocupación pero sobre todo había confianza.

El mejor ejemplo es que Kakun Mainz sigue al frente del equipo.

No hemos tenido dudas sobre Kakun en ningún momento. Tenemos que tener en cuenta que no somos el presupuesto más alto, somos el quinto o sexto, como el año pasado, cuando competíamos con equipos con más presupuesto y estuvimos peleando con ellos hasta el último día. Este año igual, sabíamos que no éramos el equipo a batir, ni mucho menos. Y teníamos plena confianza en Kakun, sabíamos que tarde o temprano el trabajo da sus frutos. Lo que igual no esperaba es que ahora estaríamos tan cerca de pelear por el ascenso.

Y ahora que lo ven tan cerca, ¿sigue siendo una ilusión o ya puede considerarse un objetivo?

Yo creo que sigue siendo una ilusión aunque ha ido creciendo. Quizá hace tres años no estábamos preparados como club para dar ese salto tan gigante y, entre comillas, no nos importó, entonces sí era una ilusión más que un objetivo claro. Cuando ya es el segundo el que te quedas ahí, con la pandemia, a las puertas... El tercero a un punto del Alavés... Parece que ya estás obligado pero tenemos en el grupo a tres equipos que han descendido de Primera, varios prespuestos mayores que el nuestro... Si viene algo, estaremos encantados, y lo vamos a pelear, pero tampoco queremos presionarnos en exceso. Tenemos experiencia del pasado y sabemos que lo mejor es ir con calma semana a semana.

Quizá sea el momento. Cada año es más complicado ascender y todo apunta a que la temporada próxima lo será aún más.

A nivel deportivo creo que sí, que estamos preparados, tenemos una buena estructura, estamos trabajando bien con el filial... Para nosotros, que tenemos una filosofía de jugar con gente de casa, quizá habría sido prematuro subir hace dos o tres años porque no teníamos esa estructura por detrás. Ahora ha ascendido el B, el C está peleando por ascender también... Ya tenemos una estructura fuerte para tratar de dar el salto. Y si no ocurre, seguiremos trabajando.

El premio este año es especialmente apetitoso. Formarían parte de la primera Liga profesional, con todo lo que ello va a suponer, también a nivel económico.

Desde el punto de vista del club, sobre todo sería un orgullo tener a dos equipos en Primera. Y en segundo lugar me alegraría sobre todo por las jugadoras. Hasta ahora el fútbol ha sido semiprofesional, las futbolistas tienen que compaginar el fútbol con trabajo, estudios... Lo que más me atrae es que las jugadoras se puedan dedicar exclusivamente al fútbol. Aunque todavía no conocemos los parámetros en que se va a mover esta nueva Liga profesional, los mínimos, condiciones...

Por si acaso no vendamos la piel del oso. Últimamente por cada paso adelante se da otro atrás.

Espero que no. Yo soy un firme convencido de que el fútbol femenino puede ser sostenible y no sostenido, creo que es capaz de generar recursos como para que no tengamos que andar necesitando la aportación del masculino. Queda mucho trabajo y la pandemia y otras cuestiones no han ayudado, el desarrollo se ha ralentizado un poco, pero estoy seguro de que las cosas se pueden hacer bien.

El ascenso lo disfrutaría el primer equipo pero el premio sería para toda la estructura.

Sin duda, porque Osasuna es una familia. Me estoy emocionando recordando cómo recibió el primer equipo al B cuando logró el ascenso. Conviven mucho y forman parte de un mismo gran equipo. Para el club ha sido muy importante su ascenso, como lo serían el del A y el del B.

El club está haciendo un gran trabajo desde la base. Sinceramente, tenía mis dudas al respecto después de ver cómo se prescindió de la sección femenina en 2014 y cómo quedó de tocado el fútbol navarro.

Veníamos de la desaparición del femenino y cuando a mí me llamaron para formar parte de este proyecto, había muchas dudas. En las jugadoras, en los clubes... era la segunda vez que había ocurrido y era muy complejo poder convencer a la gente de que esto iba adelante. Pero yo tuve muchas reuniones con la Junta directiva, con Luis Sabalza, y veía un deseo de llegar para quedarse, establecerse y perdurar en el tiempo sin depender de si estoy aquí o allá. Poco a poco, a mí me gusta correr mucho pero entiendo que los pasos a veces hay que darlos poco a poco, el club ha hecho un gran trabajo a nivel de estructura, creciendo un poco cada año, conformando un proyecto que yo creo que pocos clubes tienen y que está trabajado con el objetivo de perdurar y seguir creciendo.