GARA Euskal Herriko egunkaria
OSASUNA

Otro empate que sabe a poco

Como en Elche, los rojillos se adelantaron en el marcador, no finiquitaron cuando pudieron y el rival logró igualar en el segundo tiempo.


ESPANYOL 1

OSASUNA 1


Sumar fuera de casa siempre es una buena noticia. También en esta ocasión, pues nada se puede desdeñar cuando eres uno de los equipos modestos de la categoría. Sin embargo, al igual que ocurrió con el empate en Elche de hace una semana, el punto conseguido ante el Espanyol también supo a poco para la utópica lucha por ese séptimo puesto que da opción a disputar la Conference League.

Un objetivo que, tras el resultado del RCDE Stadium, se antoja ahora prácticamente imposible, habida cuenta de la distan- cia de siete puntos que separan a la escuadra navarra de dicha plaza cuando apenas restan nueve puntos por disputarse. En realidad, Osasuna estuvo muy cerca de seguir peleando por ese sueño que ha mantenido al equipo muy metido en la competición después de confirmarse la permanencia. Sobre todo en una primera parte en la que los visitantes llevaron el control y consiguieron adelantarse.

Pese a quedarse muchos de sus habituales titulares en el banquillo, la presión elevada que practicó el once rojillo permitió rondar el área de un rival inmerso en una atmósfera enrarecida, más todavía por la decisión de Vicente Moreno de relegar a la suplencia a su artillero Raúl de Tomás tras la bronca que le echó el técnico al ser sustituido en el Bernabéu.

Lo dicho. Desde el pitido inicial, Osasuna se plantó con asiduidad en las inmediaciones de Diego López, lo que no evitó que el Espanyol metiese miedo con un par de balones largos que acabaron en sendos disparos de Darder y Vilhena en el primer cuarto de hora, detenido el primero por Sergio Herrera y sin encontrar portería, el segundo.

Los rojillos amagaban, pero no materializaban. Como un excelente control de Darko dentro del área local en el minuto 17 y el posterior intento de regatear al arquero periquito, pero que quedó en nada por lo forzado de la jugada. O el desmarque de Budimir, quiebro y disparo elevado que se encontró con la manopla del meta gallego en el 23.

Cambio de dinámica

Su homólogo en la otra puerta también tuvo trabajo, hasta el punto de jugarse la cara. Con el rostro evitó Herrera que una colada de Puado por la derecha y su centro acabasen en las botas de un Wu Lei que ya se aprestaba a rematar a placer. De ese cruce de ocasiones resultó favorecido un Osasuna que se lo había merecido más a la vista de lo que sucedía sobre el césped.

De nuevo Budimir, que ayer se manejó mejor como asistente que como rematador, dio un pase preciso a Kike Barja, aunque el mérito de la jugada hubo que dárselo al robo en tres cuartos de Javi Martínez a Aleix Vidal. En todo caso, también tuvo mucho mérito la cuchara de calidad técnica con la que el de Noain alojó el balón en las redes al filo del descanso.

Con esa inmejorable situación en el marcador, el bloque navarro pudo sentenciar en el primer tramo del segundo periodo. El ariete croata tuvo la ocasión del 0-2 en el 54, pero eligió mal, fue egoísta y no cedió a un compañero que estaba en mejor ubicación para anotar.

Los cambios ofensivos del Espanyol derivaron en una dinámica totalmente opuesta. Osasuna se vio encerrado en propia área y los anfitriones materializaron el empate con otra gran diana de Melamed, e incluso pudieron remontar si De Tomás hubiera estado más acertado.

Paradójicamente, los de Arrasate lograron zafarse de ese dominio en el descuento y dispusieron de una pelota al travesa- ño tras zurdazo de Chimy Ávila y un inmediato cabezazo de Budimir en el posterior saque de esquina que se marchó arriba.