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Kiev recibe los lanzamisiles de EEUU mientras pierde terreno en Lugansk

Ucrania espera cambiar la situación sobre el terreno en la guerra, donde pierde terreno en el Donbass, con la llegada de los sistemas lanzamisiles que ha confirmado EEUU dentro de otro paquete de ayuda militar de 700 millones. Aunque no son los sistemas que pedía Kiev, con un alcance de 300 kilómetros, los sistemas Himars pueden llegar a la retaguardia rusa. EEUU y Ucrania aseguran que no se usarán para atacar territorio ruso. Rusia no les cree.


Las fuerzas ucranianas esperan ansiosamente las entregas de los sistemas lanzamisiles más potentes prometidos por EEUU, cuyo presidente, Joe Biden, anunció que proporcionará a Kiev «los sistemas de misiles y municiones más avanzados que les permitirán alcanzar con mayor precisión objetivos clave en el campo de batalla en Ucrania».

Se trata de sistemas Himars (High Mobility Artillery Rocket System), lanzacohetes múltiples montados en vehículos blindados ligeros, con un alcance de unos 80 kilómetros y con capacidad de entre uno y seis proyectiles, según la munición empleada.

Este equipo forma parte de un nuevo paquete más de asistencia militar estadounidense a Ucrania por 700 millones de dólares, que incluirá también helicópteros, sistemas antitanque Javelin, radares, armas antiblindaje, vehículos tácticos, municiones y piezas de repuesto.

En una primera tanda EEUU entregará cuatro Himars y tardará unas tres semanas entrenar a los militares ucranianos en su manejo. Otros países podrían aportar más unidades.

El presidente ruso, Volodymyr Zelensky, insistía en pedir el sistema MLRS, con un alcance de hasta 300 kilómetros, pero, aunque espera cambiar el equilibrio sobre el terreno, Biden quiere evitar aparecer como atacante directo de Rusia y aseguró que «no alienta» y «no le da a Ucrania los medios para atacar» territorio ruso.

Aun así, con 80 kilómetros puede llegar las zonas logísticas y de abastecimiento de las tropas rusas y, en algunas zonas, el territorio ruso quedaría a su alcance, como el caso de Belgorod, atacada ya en varias ocasiones.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, aseguró que Ucrania había dado «garantías» a Washington de que no utilizará estos nuevos sistemas de misiles para atacar objetivos en Rusia.

Moscú, sin embargo, no se lo cree. El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, advirtió del riesgo de que otros países se involucren en el conflicto por estos suministros. Moscú, además, acusó a Washington de «echar leña al fuego» y de disuadir a los ucranianos de involucrarse en las conversaciones de paz, que llevan varias semanas estancadas.

Repliegue en Severodonetsk

El nuevo rearme de Kiev se produce cuando el avance ruso en Severodonetsk, en la región de Lugansk, está obligando a las fuerzas ucranianas a replegarse. &discReturn;

Las fuerzas rusas ya controlan la parte oriental de la última gran urbe en manos ucranianas en la región de Lugansk, mientras preparan la retirada total al otro lado del río Donets.

El gobernador de la provincia, Serii Gaidai, explicó que una parte de las tropas ucranianas ya se ha retirado a posiciones más ventajosas mientras que otra parte sigue luchando dentro de la ciudad, y apuntó que la vecina Lisichansk, al otro lado del río, está en una posición estratégica mejor porque se encuentra a una mayor altura.

Las pocas localidades de Lugansk que quedan en manos de Kiev –el 5% de la región– «están constantemente bajo fuego enemigo», indicó.

Gadai insistió en reclamar a llegada del arsenal occidental porque la cantidad que reciben no es suficiente. Zelensky también urgió esta ayuda alertando de que cada día mueren «entre 60 y cien soldados» ucranianos en el frente del Donbass.

Scholz rechaza las críticas con promesas de armamento

Una veintena de países prometió a finales de mayo más ayuda militar a Ucrania, como Dinamarca, que proporciona a Kiev una lanzadera de misiles para defender su costa, o Italia, Grecia, Noruega y Polonia, con sistemas de artillería y municiones. Se sumó ayer la promesa del canciller alemán, Olaf Scholz, de un moderno sistema de defensa aérea Iris-T, así como un ultramoderno radar para detectar artillería. Acusado por Kiev y sus aliados más cercanos de arrastrar los pies a la hora de rearmar a Ucrania, Scholz recordó el giro en la política de defensa alemana y que en las próximas semanas Berlín entregará, en colaboración con Países Bajos, doce obuses blindados Panzerhaubitze, además de los tanques Gepard que Kiev compró a la industria alemana. En su listado, añadió que Alemania ha suministrado misiles antiaéreos y armas antitanque, más de 15 millones de municiones, 100.000 granadas de mano, más de 5.000 minas antitanque, explosivos y ametralladoras. GARA