Los daneses votaron ayer si su país entra en la política de defensa de la Unión Europea (UE), tras haber permanecido al margen durante 30 años, una nueva consecuencia de guerra de Ucrania. Con el 96% de los votos escrutados, el 66,8% había votado a favor y el 33,6%, en contra.

Las encuestas previas ya daban una clara victoria a los partidarios de suprimir la excepción en materia de defensa a la política común de la UE, un resultado confirmado por los dos sondeos a pie de urna difundidos por los dos principales canales de televisión, que otorgaban al «sí» una ventaja de entre 30 y 38 puntos.

La consulta fue convocada a principios de marzo por el Gobierno socialdemócrata como respuesta a la intervención militar rusa en Ucrania y tras un acuerdo con cuatro partidos políticos más, que en total suman casi tres cuartas partes de los escaños del Parlamento.

Dinamarca rechazó en 1992 en referendo el tratado de Maastricht, aunque lo aprobó un año después en una nueva consulta que incluía excepciones en cuatro áreas: unión monetaria y económica, defensa, cooperación policial y jurídica y ciudadanía, aunque esta última se considera intrascendente tras el tratado de Ámsterdam.

La excepción en defensa supone que Dinamarca no puede participar en misiones militares de la UE –sí civiles– ni en discusiones ni negociaciones relacionadas con esa área, y le impide pertenecer a la Agencia de Defensa Europea y la Cooperación Estructurada Permanente. Pero su condición de miembro de la OTAN reduce el impacto real, ya que ha participado en misiones militares de la UE, pero bajo bandera de la Alianza, la ONU o subordinada a otros países.

Los partidarios de eliminar la excepción apuntaban a la guerra y a la importancia de estrechar la cooperación europea y asumir «mayor responsabilidad» en la seguridad propia, sin ocultar su carácter simbólico; los opositores, las fuerzas más a la derecha y a la izquierda, apelaron al tradicional escepticismo danés hacia Bruselas y al peligro de un hipotético Ejército europeo.

Bruselas aprueba los fondos de recuperación para Polonia

La Comisión Europea, con las reticencias de varios comisarios, aprobó el plan de recuperación de Polonia tras meses de negociaciones con el país debido a sus problemas con la independencia judicial. Varsovia podrá recibir 35.400 millones de euros en fondos europeos si implementa las reformas previstas, incluida la del régimen disciplinario aplicable a los jueces, cuestionado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Polonia tiene varios expedientes abiertos por ataques a derechos fundamentales, pero su postura en el conflicto ucraniano, siendo punta de lanza en el apoyo a Kiev, ha contribuido a rehabilitar en Bruselas al Gobierno ultraderechista polaco.GARA