El Parlamento de Albania eligió ayer al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Bajram Begaj, como nuevo presidente del país, en una cuarta ronda de votaciones que se hizo necesaria después de que las tres primeras fracasaran por falta de candidato.

La elección salió adelante con el apoyo de 78 diputados –siete más de los necesarios–, de los que 74 provinieron del Partido Socialista (PS) del primer ministro, Edi Rama; tres de su aliado, el Partido Socialdemócrata, y uno de la oposición.

Una parte del conservador Partido Democrático boicoteó la sesión en su totalidad y otra lo hizo con parte de la votación.

Rama designó a Begaj apenas unas horas antes de la cita, causando sorpresa entre la opinión pública, no solo por tratarse de una figura poco conocida entre la población.

El primer ministro señaló que había propuesto a Begaj, de 55 años, porque satisface la «necesidad alarmante» de que la institución tenga al frente una persona «normal», una figura de alto perfil pero al mismo tiempo sin implicación alguna en las múltiples disputas que se viven en la arena política.

Begaj dimitió ayer del cargo de jefe del Ejército.

Oposición dividida

Encontrar una figura de consenso se ha visto dificultado debido a que la mayor fuerza opositora, el Partido Democrático, está hundida en su peor crisis interna desde su fundación en 1990.

Este partido y su grupo parlamentario están divididos en dos alas entre quienes apoyan y quienes rechazan a quien fue su líder histórico, el expresidente y ex primer ministro Sali Berisha, declarado persona non grata en EEUU «por corrupción y minar la democracia».