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LONDRES-Moscú-KIEV

Gran Bretaña enviará lanzamisiles a Ucrania pese a la amenaza de Rusia

Siguiendo la estela de EEUU, Gran Bretaña suministrará sistemas de lanzacohetes múltiples con un alcance de 80 kilómetros a Kiev. Londres hace oídos sordos a las amenazas por parte del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de que responderá ampliando objetivos en Ucrania. Su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, reiteró la advertencia.

El Gobierno británico anunció el primer envío a Ucrania de un sistema de lanzacohetes múltiples con un alcance de 80 kilómetros, muy por encima de la artillería que posee Kiev.

«No podemos permanecer de brazos cruzados mientras la artillería de largo alcance rusa arrasa ciudades y mata a civiles inocentes», dijo el primer ministro británico, Boris Johnson. «Reino Unido regalará a las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzacohetes múltiples para que puedan repeler de forma efectiva la ofensiva rusa», agregó.

El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, detalló que Londres enviará el sistema M270-MLRS, sin confirmar su número, y una semana después de que EEUU anunciara igualmente el envío de este tipo de armamento a Kiev. Concretamente los Himars, un lanzamisiles montado sobre blindados ligeros y con el mismo alcance de hasta 80 kilómetros.

Militares ucranianos recibirán entrenamiento durante las próximas semanas en Gran Bretaña para aprender a utilizar estos sistemas. Junto a ellos serán entregados las correspondientes municiones M31A1.

El anuncio británico llega un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, acusara a los países occidentales de prolongar la guerra en Ucrania con sus constantes envíos de armas a las fuerzas ucranianas, y advirtiera de que su país podría comenzar a atacar nuevos objetivos si descubre que están llegando misiles de largo alcance occidentales.

«Todo este alboroto sobre las entregas adicionales de armas tiene, en mi opinión, un solo objetivo: prolongar el conflicto armado el mayor tiempo posible», denunció Putin, quien hizo referencia específica al envío de los Himars MLRS estadounidenses, capaces de alcanzar territorio ruso.

Ataque en suelo ruso

Precisamente, Rusia denunció ayer un ataque del Ejército ucraniano contra una localidad fronteriza rusa en la región de Kursk, que habría causado daños a un puente y a varios edificios residenciales, si bien se saldó sin víctimas. Las regiones de Kursk y Belgorod han denunciado en varias ocasiones ataques por parte del Ejército ucraniano

Por su parte, el Ejército ruso reivindicó un ataque con misiles a una fábrica en la región de Jarkov que reparaba blindados del Ejército ucraniano.

Horas después de que el Ejército ucraniano anunciara una contraofensiva en Severodonetsk, en el Donbass, que le habría permitido recuperar el control de la mitad de la ciudad, el gobernador ucraniano de la provincia de Lugansk, Serguii Gaidai, reconocía ayer que «la situación se ha agravado para los nuestros».

El Ejército ruso ha intensificado los bombardeos tanto contra Severodonetsk, como contra la vecina Lysytchansk, visitada la víspera por el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, para arengar a sus tropas.

Intensificación de la ofensiva

El gobernador aseguró que comunicaciones rusas interceptadas informarían de preparativos para intensificar su ofensiva y tomar el control total de Severodonetsk antes del viernes 10 de junio. «Los rusos lo destruyen todo con su habitual táctica de tierra quemada, &bs;para que no quede nada por defender».

El Ministerio de Defensa ruso aseguró el sábado que las tropas ucranianas se retiraban a Lysytchansk «tras sufrir pérdidas críticas en los combates por Severodonetsk, (hasta del 90% en muchas unidades)».

Ambos enclaves son los únicos que le faltan a Rusia para completar el control de toda la provincia de Lugansk. Le falta aún parte de la de Donetsk.

Moscú denuncia el cierre del espacio aéreo europeo a Lavrov

Rusia criticó duramente el cierre por parte de Bulgaria, Macedonia del Norte y Montenegro de su espacio aéreo al avión que iba a trasladar a Serbia para una visita de dos días al jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, objeto de las sanciones por la ofensiva en Ucrania y que se vio obligado a cancelarla. «Ha sucedido lo inconcebible. Se ha privado a un Estado soberano de su derecho a ejercer su política exterior», afirmó, denunciando esta medida por «escandalosa». Sofía defendió la decisión «coherente con el régimen de sanciones de la UE contra Rusia». Lavrov debía reunirse en Belgrado con el presidente serbio, Aleksandar Vucic; su homólogo, Nikola Selakovic, y el patriarca de la Iglesia ortodoxa serbia, Porfirije. «Si una visita del ministro de Exteriores ruso se percibe en Occidente como una amenaza casi global, aparentemente significa que todo está muy mal allí», ironizó Lavrov, que invitó a Selakovic a ir a Rusia «lo antes posible». El vicepresidente de la Cámara Alta del Parlamento ruso, Konstantin Kosachev, denunció un paso de la OTAN dirigido «contra Rusia como Estado y Serbia como Estado» y pidió una reacción «extremadamente severa». Sin embargo, Lavrov, que tachó la medida de «escandalosa», aseguró que Rusia no iba a seguir el ejemplo de sus «socios occidentales» y «no vamos a hacer nada que pueda complicar aún más los vínculos entre los pueblos».GARA