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parís

El sistema electoral, clave en las legislativas francesas del domingo

Las elecciones legislativas francesas, que el próximo domingo celebran su primera vuelta, se realizan bajo un sistema muy criticado porque beneficia a los grandes partidos políticos, aunque por el momento no hay voluntad política de cambiarlo.

El sistema mayoritario uninominal a dos vueltas hace que en cada una de las 577 circunscripciones electorales se elija a un diputado. Si en la primera vuelta de las elecciones legislativas nadie obtiene la mayoría absoluta (algo que ocurre casi siempre), a la segunda pasan los que hayan obtenido al menos un 12,5% de los votos, que casi siempre son solamente dos.

Este sistema «ha favorecido hasta ahora a los partidos grandes», resume a Efe Aurélia Troupel, politóloga y experta en sistemas electorales de la Universidad de Montpellier.

Para Rida Laraki, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), el actual método «no es un buen sistema, está lleno de defectos».

Por ejemplo, el partido del presidente, Emmanuel Macron, y sus formaciones aliadas obtuvieron en la primera vuelta de 2017 el 32,32% de los votos, lo que le permitió pasar a la segunda vuelta en la mayoría de las circunscripciones y lograr una abrumadora mayoría absoluta con 356 diputados (61,7%).

En cambio, penalizó a Les Républicains y al Front National (ahora Rassemblement National, RN) de Marine Le Pen. Por esto, ambas formaciones, aunque también otros partidos más pequeños, llevan décadas reclamando un sistema proporcional o al menos mixto.

Aunque Macron dijo en la campaña presidencial que no descartaba buscar alguna forma de proporcionalidad, a fin de lograr una mayor representatividad democrática de la Asamblea gala, Troupel y Laraki consideran que no hay voluntad política real de aplicar cambios, ya que el modelo favorece al actual Gobierno.

En enfrentamiento entre los campos de Macron y Mélenchon se ha agudizado tras los primeros resultados de las circunscripciones de los residentes en el extranjero.

La mayoría presidencial encabezó ocho de las once circunscripciones, pero el nerviosismo crece entre el macronismo ya que la coalición de izquierda Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes) le sigue de cerca.

Eso ha pasado en la circunscripción norteamericana, donde el macronista Roland Lescure ha obtenido un 35,88% (22 puntos menos que en 2017), por delante de Florence Roger, de Nupes, con el 33,43%.

Tras la reelección de Macron a finales de abril, su equipo imaginó que los comicios legislativos serían una formalidad y solo contemplaban dos posibilidades: una mayoría absoluta o una «catastrófica» mayoría relativa que le obligaría a contar con sus aliados de MoDem y Horizons a cambio de hacer concesiones.

Mes y medio después, las encuestas reflejan un declive que ha rebajado las ambiciones del partido de Macron. Mantiene su confianza en la victoria, aunque ahora teme una estrecha mayoría e, incluso, no ve imposible una derrota frente a la izquierdista Nupes, principal fuerza opositora al campo presidencial.

La violencia policial irrumpe en campaña

Un tiroteo el sábado en pleno centro de París, en el que murió la pasajera de un vehículo que rehusó detenerse en un control policial y sus otros dos ocupantes resultaron heridos de gravedad, ha desatado una tormenta política en el Estado francés en plena campaña electoral. Los tres agentes fueron puestos en detención preventiva, pero no serán procesados.

El líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon publicó un tuit que sacudió la campaña de las legislativas en el que denunciaba «otro abuso de poder inaceptable. Pena de muerte por no obedecer. ¿El prefecto lo aprueba? ¿El ministro felicita? ¿La vergüenza para cuándo?». «No es normal matar a alguien porque rehúsa obedecer. Está la ley, hay castigos y multas, pero no la pena de muerte», insistió ayer en France Inter, donde recalcó su oposición «al uso desproporcionado de la violencia».

La primera ministra, Élisabeth Borne, consideró sus palabras «chocantes» y «ultrajantes», al considerar que Mélenchon tiene «una presunción de culpabilidad contra la Policía».

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, valoró el trabajo «valiente» de los policías y dijo que «isultarles deshonra a quienes quieren gobernar».GARA