El Ejército israelí mató ayer a un palestino que se dirigía a su trabajo en Israel. Se trata del cuarto muerto a manos de las fuerzas israelíes durante el fin de semana. «Las fuerzas de ocupación israelíes mataron a tiros a Nabil Ahmed Salim Ghanem» cerca de la puerta de Kalkilia, en el muro que separa el territorio del Estado de Israel de los territorios palestinos ocupados, indicó el Ministerio de Salud palestino.

Ghanem, de 53 años, residía en Nablus y se dirigía a su lugar de trabajo en Israel «cuando los soldados abrieron fuego y lo mataron al instante», informó la agencia Wafa. El cuerpo fue recogido por los soldados que lo retuvieron un hospital israelí.

La Autoridad Palestina condenó el «atroz crimen» y acusó a las fuerzas israelíes de ejercer un «terrorismo de Estado organizado» que «viola el derecho a la vida de los ciudadanos palestinos». «Les disparan con el objetivo de matar, aunque no representen ningún peligro para los soldados de ocupación o los colonos». Ghanem fue abatido «por ganarse la vida», añadió.

Decenas de miles de trabajadores de Cisjordania se dirigen cada día a trabajar a ciudades israelíes. Para ello deben atravesar exhaustivos controles a través de tornos y jaulas donde permanecen varias horas a merced de la voluntad de los soldados.

El Ejército aseguró que Ghanem intentó atravesar el muro de separación de forma «ilegal» y los soldados «intentaron pararlo abriendo fuego con balas reales». Las fuerzas israelíes han matado en los últimos días al menos a 45 personas en redadas y controles.