Wout van Aert (Jumbo) demostró ayer que es un ciclista único al lograr en la cuarta etapa del Tour entre Dunkerque y Calais la victoria que se le resistía tras sus segundos puestos de las tres primeras.

El flamenco dejaba claro el día anterior tras ver cómo Dylan Groenewegen le superaba en los últimos metros que no le hacía ninguna gracia ser siempre segundo y que no le bastaba con vestir el amarillo y el verde. Por eso buscó otra forma para lograr su séptima victoria en las últimas cuatro ediciones del Tour tras ganar en llegadas masivas, en contrarreloj y en una etapa de alta montaña en el Mont Ventoux tras una larga escapada.

El Jumbo lanzó un ataque en la cota de Blanc Nez, de 900 metros al 7,5%, a once de meta, que culminó el flamenco al coronar en solitario, no esperar a Vingegaard, que había descolgado a Pogacar, y buscar la victoria que se le escapó en Dinamarca: «Se suele decir que a la tercera va la vencida y para mí ha sido a la cuarta. Sobre el papel era una etapa para llegar al sprint, pero decidimos dar un golpe de mano y no asumir riesgos en un sprint. Mejor llegar solo».

A ocho segundos entró un pelotón con todos los favoritos encabezado por Jasper Philipsen, que celebró el segundo puesto como una victoria sin saber que Van Aert llegaba por delante. El UAE, como en todas las etapas, trasmitió dudas al no poder seguir a Vingegard Pogacar, que no tuvo la ayuda de su equipo. Su mejor apoyo las primeras etapas, Mikkel Bjerg, llegó el último enfermo y eso da más interés a la etapa de hoy entre Lille y Wallers-Arenberg, con 157 kilómetros y 19,4 de pavés en los últimos 77 repartidos en once tramos que van a generar mucha tensión.

ELISA BALSAMO EN EL GIRO

Elisa Balsamo logró su segunda victoria en el Giro Donne en el sprint de un grupo en el que entraron todas las favoritas y Eukene Larrarte, que logró un buen 21º puesto. Annemiek van Vleuten sigue líder.