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Las mujeres refuerzan la protestas contra los militares en Sudán

El general golpista Abdelfatah al-Burhan comenzó a poner en marcha su plan para dar paso a un Gobierno civil en Sudán, una iniciativa denunciada por la oposición, que sigue exigiendo la salida del líder militar. Manifestaciones de mujeres reforzaron ayer la movilización.

Manifestación de mujeres, ayer en Jartum. (AFP)

Pese al rechazo opositor, el general Abdelfatah al-Burhan ha dado los primeros pasos de su plan para formar un Gobierno civil en Sudán. Ayer cesó a los cinco miembros civiles del Consejo Soberano que formó tras el golpe del 25 de octubre y que desempeñaban un papel menor, una decisión que descubrieron sorprendidos al comprobar que ya no tenían sus vehículos oficiales.

Las Fuerzas para la Libertad y el Cambio (FLC), eje del Ejecutivo civil expulsado por el golpe, llamaron a mantener la presión popular tras denunciar la propuesta de Al-Burhan como una táctica para mantener la dominio militar sobre la política y la economía, por lo que se niegan a participar. El general planea el paso a un Gobierno civil y dejar que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas controle cuestiones de seguridad y defensa.

En la calle, pese a la muerte de nueve manifestantes por la represión en la última semana, la movilización contra el general golpista continuó por séptimo día consecutivo. Cientos de mujeres se concentraron ayer en Jartum al grito de «la sangre de los mártires no se derramó en vano», recordando a los 114 manifestantes muertos y a los miles de heridos en la represión de las protestas antigolpistas desde octubre. «Los soldados en los cuarteles, las mujeres en la calle» corearon. «Esta marcha es para recordar el papel de la mujer en nuestra revolución», señaló Tahani Omar.

Los manifestantes levantaron nuevas barricadas y campamentos, y declararon una nueva sentada indefinida en Wad Madani, 200 km al sur de Jartum, como réplica al discurso de Al-Burhan.

Por contra, la ONU espera «una oportunidad para llegar a un acuerdo» y EEUU pidió un Ejecutivo liderado por civiles y elecciones libres.

Para Yasser Arman, líder de la FLC, «el discurso de Al-Burhan va dirigido sobre todo a la comunidad internacional, algunos de cuyos miembros quieren soluciones rápidas que favorezcan la estabilidad por encima de la democracia».

«Al-Burhan quiere un primer ministro que sea un lobo con piel de cordero y reciba órdenes del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, por lo que el Ejército conservará los poderes soberano y ejecutivo bajo el pretexto de una solución política», añadió.